lunes, 19 de mayo de 2014

Capítulo 18. Dementes, pero mis mejores amigos.

¡¡HOLA HOLA!! Estoy contenta de poder subir ahora un 

poco seguido, puesto que me he pasado estos meses, 

jejé. ¡Pero aquí estoy con otro capítulo!

Sé que no es muy largo, cómo a veces los hacía, pero 

prefiero subirlos así, y no tardar tanto en colgar:c

¡FALTA MENOS PARA LAS VACACIONES DE 

VERANO!

FKLSDFGJKSGJKSDJKGSKDJGSJKIDGSBDNGSUIDGUSIOGSDGHS

Espero que os guste el capítulo. 

¡COMENTAR MAPACHITOS! KSDMGNKSD Ya sabéis que vuestra opinión es muy importante para mí.

Dentro de poco empezará el drama. CHAN CHAN CHAAAAAAAAN. Okay. No seré muy malvada, I promise. Solo un pocito:33

gsjkdgnksdgnisign Así que disfrutar de los momentos chupipirulis que os dejo(?)

En fin, ¡Hasta dentro de poco cielos!<333



NARRA NIALL:

-Yo: Pues no lo entiendo-negué con la cabeza repetidas veces en modo de desacuerdo.

-Liam: Niall, te lo hemos explicado miles de veces-repuso el castaño agotado.

-Harry: ¡LLEGUÉ! ¡LLEGUÉ!-gritó mientras entraba en nuestra sala, que era una especie de camerino antes de salir al programa de televisión.

-Louis: ¡Hombre! ¿Qué tal mi biscochito?-dijo dulcemente, bromeando a uno de sus mejores amigos.

-Harry: Agotado, después de la cena de ayer con los padres de Oihana…y hoy volviendo aquí…pf, lo único que quiero es dormir. No sé quién aceptó que viniéramos aquí-protestó el rizado mientras se revolvía los rizos y buscaba ropa para ponerse cuando saliéramos en el programa.

-Zayn: Paul, aún nos han de peinar-recordó el moreno-¿Dónde está Lou?-preguntó por nuestra estilista. En esos momentos oímos unas chanclas replicando su sonido característico al pisar el suelo. Y unos pasitos algo torpes, puesto que ambas iban corriendo…¡AMBAS!

-Todos: ¡LUX!-chillamos todos dirigiéndonos a la entrada de nuestro camerino, a la espera de nuestra niña favorita. Mi niño favorito era Theo. Obviamente.

Pasé un brazo por su cadera y victoriosamente, cómo había llegado el primero de los 5, hice que saludara a los demás.

-Yo: ¡Lux! ¡Saluda a estos dementes!-dije, intentando no partirme de la risa.

Todos me miraron con mala cara. Me encogí de hombros y cogí rápidamente, la alcé para que quedara mirándome.

-Yo: ¡ES QUE TE COMO! ¡ESQUE CÓMO PUEDES SER TAN ADORABLE! ¡ES QUE ERES TAN CUCHIFLÚ! ¡ES QUE TE COMO!-la pequeña niña empezó a llorar e hice un puchero alarmado.

-Harry: ¡MONSTRUO! ¡No le digas que la vas a comer! ¡Y menos tú!-soltó una carcajada en lo último y cogió a Lux entre sus brazos.-¿Quién te quiere a ti?  ¡TIO HARRY! ¡MUY BIEEEEEENNNN!! ¡YAYAYAYAYAYYYYYYY MIRAR QUE COSITA TAN COSINOTAA!-chilló eufórico. Rodé los ojos. Luego yo aquí era el monstruo. Parecía el monstruo de las galletas, versión apedofilado, que come a niñas pequeñas.

-Louis: No, en realidad quiere a Tio Louis, ¿A que si pequeñina?-sonrió dulcemente a la pequeña, y esta empezó a remover energéticamente los brazos en dirección de Louis, pidiendo que quería ser cogida por él.

-Zayn: Se hace mayor, madre mía, y pensar que yo tendré a una chiquitina cómo esta…-dijo, la voz le empezó a temblar a mitad de la frase.

-Liam: Es una ricura-asintió con la cabeza mientras agarraba una de sus pequeñas y suaves manos entre las suyas, jugueteando con la niña.

-Lou: Eh…no quiero interrumpir vuestro acoso extraño y obsesión con mi hija, pero…¿Qué tal si os peino?-preguntó con una risilla.

-Zayn: ¡PRIMENS!-chilló antes de dirigirse a la silla rotatoria.

-Yo: Y este será padre-rodé los ojos, divertido.

-Louis: ¡LAAAAAAAAAAAAAA CIGUEEEEEEEÑAAAAAAAA SE COMIÓ A TU MAMÁÁÁÁÁÁÁ!-cantó el castaño mientras levantaba a Lux cómo en la peli del rey león. 

Todos nos quedamos callados mirándole con el ceño fruncido, sin saber si quitarle rápidamente a la chiquilla, echarnos a reír cómo dementes, o llorar por sus estupideces extremas, las cuales, sin poder evitarlo nos encantaban.

-Lux: Mami-sollozó Lux buscando con la mirada a su madre. Lou refunfuñó por lo bajo maldiciendo a Louis.

-Lou: ¡No le digas esas cosas! ¡Ahora no le gustaran las cigüeñas!-lo regañó, dejó el peine y la laca con los cuales estaba peinando al moreno y fue a abrazar a su hija.

-Liam: Déjamela a mí, yo soy responsable-dijo, dejando un poco por alto su ego.

-Harry: Se te cayó de la cuna-lo acusó.

-Liam: ¡Fue vuestra culpa!-replicó recordando la escena-Lux, lo siento-acarició la cabecita de la pequeña, la niña le miró interrogantemente, no se debía acordar, puesto que era apenas un bebé en aquel entonces.

-Yo: ¡Looou!-dije acercándome a nuestra estilista y gran amiga-¿A que sí que puedo entrar con una hamburguesa cuando estemos en directo?-pregunté esperando a que dijiera que sí. 
Puesto que todos me habían dicho que no, que sería de mala educación, que me la podía comer antes de que nos llamaran, y miles de escusas más. Envidiosos, lo que pasa es que ellos también quieren la hamburguesa, y claro si la como yo y ellos no, ellos también querrán, pero yo no les dejaré…bucle infinito.

-Lou: ¿Y porqué no te la comes ahora?-finalmente dejó a Lux en los brazos de Liam y continuó peinando al moreno.

-Yo: ¡Porque ahora precisamente no tengo hambre!-exclamé, nadie me entendia.

-Louis: ¡MIERDA! ¿HABÉIS GRABADO ESO?-se burló el castaño-¡CORREEEER BUSCAR VUESTRAS CÁMARAAAAAAS A VUESTROS PUESTOOOOSSSS NIALL HORAAAAN HA DICHO QUE NO TIENE HAMBRE POR UN MOMENTO EN SU VIDAAAAAAA!-actuó rápidamente casi chillando cómo un presentador de televisión, eufórico, más que un presentador de televisión, parecía uno de esos que hablan explicando cómo van las carreras de coches, quién va por delante y quien va por detrás.

-Yo: Ya. Ya, vale la bromita. Va enserio, siempre me entra hambre en las entrevistas que nos hacen, me ponen nervioso, o cuando hacen sus preguntas incómodas. ¡Y cuando me pongo 
nervioso, me entra hambre, y cuando me entra hambre, quiero comer, y cuando quiero comer, y no tengo comida, no tengo comida, lo cual significa, que me pongo más nervioso, y y y y y y y y y-Harry me dio una bofetada, no muy fuerte.-Gracias-murmuré acariciándome la mejilla.

-Harry: De nada-se encogió de hombros y se  fue a cambiar.

-Lou: Niall, tranquilo. Os harán las preguntas de siempre, nada nuevo supongo-hico una mueca, seguidamente Louis fue corriendo a que lo peinara, puesto que ya había acabado con Zayn.

Paul entró en el camerino.

-Paul: En 10 minutos salís chicos-nos avisó, asentimos con la cabeza y rápidamente Lou acabó de peinarnos.

Nos despedimos de ella y de Lux. La cual nos dio un abracito agarrándose con sus pequeños bracitos a nuestras piernas y nos hizo agacharnos para darnos un besito en la mejilla.

¿Era adorable, o no era adorable?

Definitivamente la casaré con Theo.

NARRA ZAYN:

-Presentadora: ¡Muuuy buenas noches!-saludó, en voz cantarina. Seguidamente los chicos y yo entramos en el plató, saludando al público, la mayoría eran directioners, contentísimas por nuestra presencia.

Nos sentamos en uno de los sofás de piel negra que habían. Habían tres sofás más, pero cómo normalmente hacíamos nos pusimos los 5 en uno de ellos. Al lado de la presentadora, que se encontraba en un cómodo sillón, delante de ella una mesita, dónde tenía unos papeles, indicaciones de qué tenía que hacer, y a veces, que decir.

-Presentadora: Woah, ahora entiendo por qué tenéis a tantas adolescentes completamente enamoradas de vosotros-nos alagó, con una sonrisilla. Al menos parecía amable, no de esas porteras que no paran de preguntarte cosas sobre tu vida, que particularmente a ellas no les interesa (o a ellos) simplemente, lo hacen para ganar dinero. ¿Saber chismes sobre miembros de la banda mundialmente más famosa? ¿El resultado? Dinero, mucho dinero.

-Presentadora: Adolescentes y a otras edades-añadió, cogió uno de los papeles y empezó a preguntarnos, informalmente. Me gustaban las entrevistas informales. –Primero que todo, agradezco mucho que hayáis podido venir a mi programa-nos agradeció, contestamos con un: No es nada-Segundo, si no es mucho pedir, a petición de nuestro encantador público, y espectadores que nos ven desde sus hogares, os pedimos que, ya que estáis aquí…¿Cantaréis alguna canción, no?-pidió, entusiasmada.

-Louis: Por supuesto-contestó, hablando por todos.

Algunos gritos eufóricos del público, y aplausos de felicidad.

-Presentadora: Bien, contarme, ¿Qué es de vuestra vida, ahora que tenéis un poco de descanso?-preguntó.-¿Os tomaréis este año de completamente vacaciones? Puesto, que tengo entendido que no empezáis vuestra gira hasta el año que viene, a principios de verano, Por qué…¿Habrá otra gira, no?-volvió a preguntar, intrigada.-¿Podemos confirmarlo?-pidió.

-Harry: Bueno, pensábamos decirlo cómo sorpresa…-se revolvió los rizos, nervioso.

-Niall: ¡Nos pillaron!-bromeó el irlandés, alguna risita se oyó del público.

-Liam: Sip. La verdad, tendremos una 3ra gira…-lo interrumpió la presentadora.

-Presentadora: Esperar, esperar esperar. ¿Eso significa que dentro de poco tendremos nuevo disco?-asombrada, miró a la cámara, feliz.

-Yo: Bueno, esto también tendría que ser una sorpresa…-Mierda, la estamos cagando.

-Louis: Concretamente en Noviembre, jé-Ale, ya no nos quedan sorpresas.

Más gritos  de felicidad se escucharon en el público.

-Presentadora: ¡Eso es genial chicos!-nos sonrió. Y ahora, dejando un poco de lado vuestra carrera musical…¿Qué es de vuestra vida?-preguntó, referiéndose a nuestro dia a dia-Cómo he preguntado antes…¿Os tomaréis este año totalmente de vacaciones?-.

-Yo: Bueno…estaremos bastante ocupados-me sonrojé, un poco.

-Niall: Algunos más que otros-añadió, burlón, pero de buen humor.

NARRA CAROLINA:

-Yo: ¡AAAYY QUE LO ACABARÁ DICIENDO!-chillé, no sabía si quería o no, que se enterase todo el mundo por la televisión de que estaba en cinta. Cristo, Zayn estaba metido en un buen lío.

-Oihana: ¿Hablarán sobre las bodas?-preguntó, atenta a cada movimiento de la pantalla, de la televisión.

-Anna: Pff…¿Preparadas para que nos odien todas las directioners?-preguntó, sarcásticamente.

-Amy: Chicas no os pongáis así-sonrió dulcemente la chica, mientras mordía una de las chocolatinas que estábamos comiendo.-Además, si de verdad son directioners, aprobarán las bodas. Y sino, es que simplemente no quieren a sus ídolos-bufó.

-Alexandra: Es relevante, quizás sí que nos aceptan, pero…no puedes intentar ocultar algo de recelo cuando tu ídolo se casa con el amor de su vida, no sé, a mí en el fondo me sentiría algo mal. Quiero decir, me alegraría mogollón obviamente, pero eso recuerda que yo con él en la vida podría tener algo, y…-suspiró, sin saber que decir más.

-Yo: A ver, ya saben que estamos con los chicos, y aunque siempre habrán ‘’enemigos’’, somos bien aceptadas entre las fans-el reconocimiento me hizo sonreír.

Acaricié mi tripa. Jazmín sería adorada por miles de adolescentes, o eso esperaba. Y sino, verdaderamente me era igual, lo importante era que estaba con Zayn, con la aprobación de las fans o sin ella.

Fijé mi mirada en el televisor, los 5 chicos, mudos cómo si un gato se acabara de comer sus lenguas, no sabían que decir.

-Presentadora: Bueno, vamos a publicidad-tosió nerviosamente.-¡A la vuelta One Direction cantará para todos ustedes!-gritó, contentamente.

La emisión se desvaneció rápidamente para dar entrada a los anuncios. No tardaron los teléfonos móviles en sonarnos.

Rebusqué en mi bolsillo delantero, del tejano que llevaba y lo cogí.

Llamada entrante:

My BadBoy

*Conversación telefónica*

-Zayn: Carolina-saludó, algo agobiado.

-Yo: Zaynie-le contesté, cariñosamente.

Oí un suspiro a través de la línea telefónica.

-Zayn: ¿Qué mierdas hacemos?-preguntó, seguía agobiado.

-Yo: Calma-le recomendé-Y no digas mierda, corcholis, Zayn, dí corcholis-le regañé. Siempre le decía que digiera corcholis, pero él ni caso.

-Zayn: Lo siento-murmuró, como si fuera un niño pequeño al cual acababan de castigar.

-Yo: No importa-suspiré, cansada.

-Zayn: Carol, me están diciendo los chicos que las chicas están de acuerdo en hablar sobre las bodas-dijo, miré a las chicas, las cuales seguían hablando, con sonrisas soñadoras en sus rostros.-Yo..note quiero obligar a nada nena, ya lo sabes-me recordó-Yo estoy preparado para decirlo. Pero, cómo tus padres no lo saben…-le interrumpí.

-Yo: Zayn, sin ofender, pero creo que ni siquiera han encendido la televisión-bufé, frustrada.-Yo estoy preparada, simplemente tenía miedo por si tu no lo querías decir de momento…-me mordí el labio y jugueteé con las zapatillas de andar por casa.

-Zayn: Jesús, ¡No!-exclamó, riendo-Cuando me enteré de que iba a ser papá, a parte del casi infarto, quería gritar a los cuatro vientos que estabas embarazada, que te amo con locura, y amo a ese bebé, amo a Jazmín-silbidos y aplausos de parte de los chicos se escucharon en el otro lado. Noté mis mejillas arder. Cristo, este hombre es espectacular.

-Yo: Anda bobo…-solté una risita nerviosa-Te quiero Zaynie-suspiré, aunque lo había visto hace apenas 3 horas, lo echaba de menos.

-Zayn: Y yo a ti nena, ¡Que se entere todo el mundo que soy el hombre más feliz del planeta!-dijo antes de colgar.

*Fin conversación telefónica*

Me quedé mirando mi teléfono, en la pantalla, indicaba que la llamada había finalizado.

-Amy: ¿Y bien?-preguntó, todas las chicas estaban esperando.

-Yo: Lo dirá-mostré una gran sonrisa.

-Oihana: ¡Chicas no despegar la vista de ese maldito televisor!-exclamó, entre risas de ella misma y de nosotras.

NARRA SÍLVIA:

Estúpidos pero amorosos y encantadores gatitos.

¿Por qué se ponían a saltar a las 11 de la noche de mueble en mueble?

Lo acojonante del caso, es que se caían en mitad del trayecto, pero caían de pie. Los jodidos 
caían de pie.

-Brad: ¿Estás preparada para presenciar el mejor número 2 combate de la historia?-preguntó, casi corriendo dirección al sofá. Allí prácticamente se tiró, y seguidamente se sentó, con el bol de palomitas en su regazo.

-Yo: Tendría que trabajar Brad-le recordé, habíamos estado entretenidos al final toda la tarde con los gatitos, y lo que no eran los gatitos.

-Brad: Mañana-hizo un puchero, el cual no me pude resistir. Rodé los ojos y me acomodé a su lado, mientras oíamos los pequeños maullidos de los gatos.

-Yo: Tuve dos gatos de pequeña-le conté, mientras observaba a los mininos. Ciertamente se lo estaban pasando de puta madre, con la tontería de los saltos.-Fueron muy importantes para mí, si estoy medio recelosa con estos gatos, no es que no me gustan, al contrario, los adoro, pero…tengo miedo de que vuelva a encariñarme tanto cómo lo hice con ellos, ¿Sabes?-
susurré.

El chico pasó un brazo por mis hombros y me arrimó más a él.

-Brad: Las mascotas existen para que las amemos, tanto cómo nos aman ellas a nosotros-contestó, susurrando cómo yo lo había hecho-Amor, es ley de vida, las cosas que amamos se van, nos dejan…¿Pero sabes qué?-preguntó y alcé la cabeza para mirarle. -Realmente ellos nunca se van, porque están contigo, están aquí-pasó su mano libre encima de mi corazón.-Sólo se va la parte del cuerpo, el alma, el alma es lo más valioso, y forma parte de ti, de tu vida-acarició mi pelo y cerré los ojos por un instante, una lágrima se deslizó hasta mi mejilla.-Mantienes sus almas ''vivas''-hizo comillas, puesto que las almas siempre están vivas, o eso dicen-cuando piensas en ellos, ¿Dime, de que sirve lamentarse, o llorar? Tienes que ser feliz, sabiendo que ellos eran felices, tú les querías, ellos te querían. Pero pasaron a, esperemos, una mejor vida, dónde acabarás tú también, cómo todo el mundo-acabó diciendo, sonreí e me incorporé para dejar un pequeño beso en sus carnosos labios.

-Yo: Eres tan malditamente perfecto-susurré, abrazándolo de lado con fuerzas.

-Brad: Ahora, hombres, mujeres, y gatitos, ¡Ocupen sus puestos! ¡Vamos a presenciar el mejor número 2 combate de la historia!-exclamó, entusiasmado concentrando su mirada en el televisor.

-Yo: Por cierto, ¿Por qué el número 2?-pregunté, extrañada.

-Brad: Porque todos mis combates ocupan el lugar número 1-respondió, egocéntricamente, aunque sabía que lo decía en broma. O eso esperaba.

Me encogí de hombros y cogí un grapado de palomitas, las cuales empecé a comer.


Di unas palmaditas al sofá y los gatitos se giraron, extrañados. Con maullidos de acuerdo, se dirigieron a mi lado, y con saltos, aún un poco torpes, consiguieron llegar al sofá, para estirarse algunos encima de otros e presenciar, cómo decía mi prometido, el mejor número 2 combate de la historia.

martes, 13 de mayo de 2014

Capítulo 17; ¡Míralo!

NARRA OIHANA:

Llegamos al restaurante puntuales, pero cómo ya había pensado, mis padres se encontraban ya sentados en una de las mesas de madera al lado de la pared. Les encantaba llegar pronto a los sitios, no tenían inconveniente de esperar, puesto que no les gustaba que les hicieran esperar.

-¡Mamá! ¡Papá!-exclamé acelerando el paso, la última vez que los vi creía que no los volvería a ver nunca más, o al menos, durante un largo tiempo.

Mamá hizo un intento de levantarse, pero automáticamente mi padre la sentó con una sonrisa apenada, era mejor que no se moviera mucho, después de la operación. Vi cómo tenían la silla de ruedas plegada. Seguramente sería para los próximos días solamente. Harry vino detrás de mí despeinándose los rizos en un ataque de nerviosismo. Hacía eso cuando intentaba ‘’seducir’’ o se estaba muriendo de los nervios. Así que 
esta vez era la segunda opción. Mi padre me miró con una sonrisa, que se desvaneció cuando vio a Harry viniendo ya acercándose a nosotros.  Me agaché y abracé a mis padres. Harry dio dos besos a mi madre, la cual estaba contenta de vernos, y el chico de pelo rizado intentó darle la mano a mi padre, pero este, reacio se negó; hasta que le asesiné con la mirada y no tuvo otro remedio que aceptar el saludo de mi prometido.

Mierda. La boda.

¿Cómo les íbamos a decir que nos casábamos?

¿Cómo le íbamos a decir a mi padre?

 Nos sentamos delante de ellos, yo delante de mi madre, y Harry delante de mi padre. El camarero ordenó una botella de vino por petición nuestra. El restaurante estaba decorado al estilo clásico, pero a la vez era acogedor.

Bebí un trago de vino bastante largo. Sería una noche muy larga. Y ni siquiera habíamos empezado a hablar.

-Mamá: Cariño…nos tendrías que haber dicho lo de ese…ese…ese impresentable-casi sollozó teniendo en un puño la servilleta de color ocre del local.

-Yo: Por favor mamá-le pedí-No es el momento de hablar de ese miserable-intenté sonreír para asegurarle que ahora estaba bien.

-Papá: Oihana, cariño es que te buscas unos novios…uno loco digno de manicomio, y ahora nos traes a este…a esta escarola-dijo señalando su pelo. Harry arrugó la frente y se removió incómodo en su asiento.

-Yo: Papá no empieces-dije entre dientes.-Ya habías hablado con Harry antes-le recordé.

-Papá: Lo sé. Y justo me enteré que te había profanado-se cruzó de brazos.

-Mamá: ¡Cielo!-regañó a papá-La niña ya tiene edad-dijo y me sonrió mientras le rodaba los ojos a mi padre.

-Yo: Dios, no soy una tumba, no me ha ‘’profanado’’ papá-solté una risita y Harry hizo lo mismo.

-Papá: ¿Y tú de que te ríes escarola?-lo oprimió. Harry cerró los labios en una línea recta. El camarero vino nuevamente a tomar nota sobre lo que fuéramos a cenar esa noche.

-Mamá: Y decirnos, ¿Cómo va vuestra relación?-preguntó mamá mientras pinchaba un trozo de tomate de su ensalada con el tenedor.

-Harry: Muy bien señora Harper, si.empre intento que sea feliz, sobretodo espero que lo sea una vez que 
nos hayamos casado, cómo la boda es dentro de 4 meses…-explicó pero fue interrumpido cuando escupí todo mi vino que por poco acabó en la cara de mi madre. A mi padre se le cayó el tenedor; estaba pálido. 
Y mi madre…mi madre estaba demasiado concentrada en el trozo de tomate. Harry me susurró un 
‘’Mierda, tengo que salir de aquí cagando leches’’, que por lo que pareció oyó mi padre.

-Papá: Escarola, cómo muevas un jodido centímetro de cualquier parte de tu cuerpo, juro que te clavaré el tenedor en el ojo-amenazó aún pálido.

-Yo: Papá sólo me voy a casar, no estoy embarazada…-murmuré intentando suavizar la situación.

-Harry: Jejé, ¿te acuerdas que estuviste apunto de estarlo?-No sé si tiene un jodido problema mental en la 
cabeza o qué.

-Yo: ¿Perdón? ¿Te golpeaste la cabeza de bebé? ¿O naciste estúpido? -susurré apenas un inaudible sonido salido de mis labios.

-Papá: ¡CARIÑO QUE NO SE  ESCAPE ESE MALNACIDO QUE VOY A BUSCAR LA ESCOPETA, ESTA EN EL MALETERO DEL COCHE; NO TARDARÉ MUCHO!-exclamó antes de salir corriendo hacia la salida del restaurante.

-Harry: Joder, mierda-dijo antes de ponerse en pie y salir pitando más adentro del restaurante, seguramente iría a los baños a esconderse.

Suspiré, cuando mi madre seguía mirando el trozo de tomate.

Levantó la vista y una gran sonrisa iluminó su rostro.

-Mamá: ¿Te vas a casar?-preguntó inocentemente intentando ocultar su gran emoción. Asentí algo avergonzada, realmente estaba muy emocionada con la boda y deseaba que fuera ya el momento del Sí quiero. Pero ahora mismo estaba muy preocupada por la salud de mi prometido, ya que mi padre quería matarlo.

-Yo: ¿Enserio se ha traído la escopeta?-pregunté tragando saliva.

-Mamá: Néh, la saqué en el último momento del equipaje. Además, en el avión no podíamos llevarla con 
nosotros claramente.

-Yo: Bueno, parece que ese pequeño detalle no lo detendrá en lo que respecta para matar a Harry.-dije mientras observaba cómo mi padre se acercaba dando zancadas enfurecido.-Papá tranquilízate por favor-
pedí.

-Papá: ¡Encima te profana! ¡Encima casi pudiste tener un hijo! ¡Y encima nos dice con todo el morro que te casarás con él!-exclamó y no pudo dejar un puño (por suerte no muy fuerte) en la mesa.

-Yo: ¡Maldita sea papá!-gruñí levantándome harta. Esta vez fui yo la que di zancadas hasta el baño de hombres. Aporré la puerta y grité ‘’Harry sal de aquí’’.

Abrió la puerta poco a poco asegurándose de que mi padre no estaba conmigo.

Lo cogí de la muñeca y lo llevé nuevamente a la mesa, aunque se opuso.

-Yo: ¡Míralo!-exclamé a mi padre para que mirara al chico de ojos verde esmeralda.-Me he acostado con 
él, muchas veces. ¡Asúmelo! ¡No soy tu jodida niña! ¡Amo a este hombre! ¡Mi ex me arruinó la jodida vida 
y ahora soy feliz con él! ¡No me importa si lo quieres matar o no! ¡Por que no te dejaré hacerlo papá! ¡Llevo toda mi vida ocultando mis sentimientos, siendo una borde, una orgullosa, y muy testaruda a veces! ¡Por qué me hizo mucho daño Tom! ¡Pero Harry me quiere, y yo le quiero a él! ¡Me pidió que me casara con él y eso haré! ¡Por que le quiero! ¡Joder! ¡Amo a este jodido imbécil por el cuál he llorado mucho sobre todo al principio de nuestra relación! ¡Pero asumí mis miedos! ¡Y gracias a él ya no volveré a ver al capullo de Tom! ¡Ahora déjate de hacerte el dramático llamándome tu niña! ¡Lo único que quiero es estar con él! ¡Y si te gusta bien, y ni sino también!-dije después de sentarme en mi sitio, dí un largo trago de vino y me crucé de brazos esperando que alguien hablara. Había sido el centro de atención del restaurante, pero me era absolutamente igual. Tarde o temprano le tenía que decir esas cosas a mi padre.

La gente siguió comiendo y sus conversaciones, los camareros iban y venían trayendo los platos o por lo 
contrario, recogiéndolos. Gente entraba al local, y otra se iba. Todo había vuelto a la normalidad.

-Harry: ¿Te puedo besar?-preguntó en un susurro inclinándose de lado hacía mí.

Solté una risita. Nunca antes me había preguntado eso.

-Yo: Ven aquí tonto-susurré de vuelta. Lo cogí por el cuello de su camisa y junté nuestros labios.

Oímos un flash y rompimos el beso extrañados. Mamá nos estaba apuntando con su cámara de fotos digital.

-Yo: ¡Mamá!-me quejé.

-Mamá: Es que sois tan adorables…-sonrió antes de mostrarnos la fotografía.

-Papá: Bien, acepto vuestra relación y todas esas mierdas-bufó frustrado. –Pero cómo vuelvas a besar a mi niña delante de mí, en excepción de en el altar. No dudaré en cortarte los huevos.

-Harry: De acuerdo señor Harper-musitó jugueteando con sus dedos. ¿No era un estúpido adorable?

-Mamá: Bien, y si ahora has dejado de amenazar al prometido de nuestra hija, me gustaría que pudiéramos seguir con la cena, con normalidad-agregó sonriente mamá.

Nos sentamos en nuestros sitios y seguimos con nuestros platos.

Bueno. Lo peor ha pasado.

NARRA BRAD:

-¡SÍLVIAAAAAAAAAAAAAAAA!-chillé mientras mis dulces adorables gatitos intentaban asesinarme.

-Sílvia: ¡QUE TE ESPERES COÑO! ¡ESTOY VISITÍENDOME!-exclamó desde el baño, haciendo que su voz retumbara por todo el comedor.

-Yo: ¡BEYONCÉ QUIERE MATARME!-me quejé mientras intentaba quitarme a los pequeños gatitos de encima mio. Cuando quitaba uno, subía otro. Y así durante media hora. Hasta que ahora estaban empezando a morder, arañar con sus pequeñas garras, aparentemente inofensivas, pero creerme, arañan más que un oso pardo. (Jejé, o el daño es un poco menor que ese)

-Sílvia: ¡Me cago en ti, en los gatitos, en los nombres de mierda que les has puesto, y en la puta madre que 
creó a los felinos!-dijo dando zancadas hasta nosotros mientras cuidadosamente quitaba los gatitos de mí.

-Yo: Elvis ya ha muerto en el combate, no quiero ser el siguiente-dije señalando a una pelota de tenis, con algodón pintado de negro (haciendo ver que era el pelo) y unos ojos y boca pintados.

-Sílvia: No me jodas-se llevó la mano a la frente y se masajeó los sienes.

-Yo: Oye, que me preguntaba yo…¿Crees que es legal casarse con 7 gatos?, quiero decir. Amo a todos, y aunque haya machos como Stitch…quiero casarme con ellos-protesté.

-Sílvia: Mierda. No Brad no te puedes casar con 7, ni con 8, ni con 1, ni con 2 ni con 500. Son gatos. 
Animales. Además creía que te casarías conmigo…-murmuró haciendo pucheros.

-Yo: Awww, si yo te quiero cielo-dije con una sonrisita acercándome a ella-Ellos, son como nuestros hijos-señalé con la barbilla a los gatitos y rodeé su cadera con mis manos.

Apoyó la cabeza en mi torso y suspiró.

-Sílvia: ¿Crees que es buena idea que nos casemos dentro de 2 meses?-preguntó haciendo círculos en mi 
costado.

-Yo: Por supuesto, no puedo esperar más-dejé un beso en su cabeza y acaricié su cabello, aún mojado por 
la ducha que se acababa de dar.

-Sílvia: Yo tampoco, pero no sé…aún nos faltan varias cosas-dijo insegura.

-Yo: Tranquila, tenemos poco tiempo, pero lo solucionaremos. Si quieres ahora puedo dejar de ir al gimnasio, para tener más tiempo contigo y ayudarte con la boda más-le propuse.

-Sílvia: No quiero interferir en tus cosas…En mi trabajo, varias compañeras me están ayudando con eso, y las chicas y Anna también-separó su cabeza para mirarme a los ojos.-Aunque me encantaría prepararla contigo-añadió bajando la voz.

-Yo: No se hable más-me acerqué para besarle la mejilla.

-Sílvia: ¿Dónde te gustaría ir de luna de miel?-preguntó.

-Yo: No sé, pensaba planear eso yo. Quiero que sea una sorpresa-admití, enrojeciendo por unos instantes.

-Sílvia: Ya sabes; Brad cosas románticas, no cosas cursis ¿eh?-me advirtió. Asentí rodando los ojos, 
aunque no pude evitar sonreír.

-Brad: Sí señora-imité a un soldado y me golpeó cariñosamente en el hombro.

-Yo: No seas idiota y alimenta a tus hijos-ordenó, se dio media vuelta y empezó a caminar dirección a la cocina.

-Brad: ¿Quién quiere latas de atún y leche?-pregunté poniendo simpatía en mi voz dirigiéndome a los gatitos.

Me contestaron con maullidos. Aw, cómo me encantan.

NARRA ZAYN:

Cómo ser un buen padre, y marido si no quieres morir en el intento.

Capítulo 1.

Bien, si estás leyendo esto es que serás padre. ¡Felicidades! ¡Van a ser tus próximos 30 años de pura mierda y soportar a tu hijo! Néh. Nunca me han dicho que soy un buen escritor. Empecemos bien el libro.

Bien, si estás leyendo esto es que serás padre. Calculo que con suerte estarás de un mes o dos meses cómo mucho. Y que apenas tienes ideas sobre esto.
Tú mujer ya habrá tenido nauseas, cambios de humor y….

-Carolina: ¡ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYNNNNNNN!-chilló la vocecita de Carol desde el piso de arriba. Rodé los ojos divertido por la coincidencia del libro a la realidad. Lo dejé sobre la mesa de al lado del sofá y me levanté de este.

-Yo: ¡Dime!-contesté yendo dirigiéndome a las escaleras.

-Carolina: Apenas tengo barriga, y me noto gorda, fea, y y y y tengo mucha calor y mucho frio-se quejó cruzándose de brazos. Iba en ropa interior, creo que estaba a punto de ducharse.

-Yo: Cielo, eres perfecta-dije subiendo el último escalón, anduve hacia ella los pasos que nos separaban del uno del otro.

-Carolina: Sólo dices eso porque me quieres-hizo un puchero.

-Yo: Lo digo porque es verdad, y porque te quiero-añadí asintiendo con la cabeza. Se puso de puntitas y pasó sus un tanto delgados brazos por detrás de mí cuello. Sonreí tiernamente ante el gesto.

-Carolina: Seré una fea gorda universitaria embarazada y casada, eso no es atractivo-se quejó inflando sus mejillas.

-Yo: Créeme, tu eres atractiva aunque un pingüino te esté devorando la cabeza-hice que nuestras narices se rozaran.

-Carolina: Awww-suspiró-Pero…en la boda ya tendré mucha más barriga. Y no quiero que la gente, sobretodo tus directioners, que es normal eh, digan que nos casamos porqué me he quedado embarazada de ti y…

-Yo: Carol, ¿Tú me quieres?-pregunté, clavando mi mirada en la suya. Sus ojos inocentes me miraron con 
ternura.

-Carolina: Corcholis, ¡Por supuesto que sí!-saltó un segundo para darme un rápido beso.

-Yo: Entonces…¿Qué mierdas importan los demás?-me relamí los labios, e hice un chasquido con la lengua.

-Carolina: ¡Zayn!-me regañó-En mi casa no se dicen palabrotas, ni dentro, ni fuera-me recordó, asentí con la cabeza, obligándome a mí mismo a no rodar los ojos-No me importa todo el mundo, pero lo siento, llevo mucho estrés y no te quiero agobiar de verdad, mucho menos molestar…-intentó explicarse pero la callé con un beso.

-Yo: Tranquila, moléstame todo lo que quieras-dije con una sonrisa.

-Carolina: Mañana tendríamos que ir a comprar la cuna y las cositas para Jazmín-dijo, mientras acarició mi 
cuello. Me estremecí ante el tacto.

-Yo: Por la noche los chicos y yo iremos a un programa de la tele…el no sé qué de Deborah.

-Carolina: Me suena de haberlo oído-miró unos segundos al techo, finalmente se encogió de hombros-Aunque nunca lo he visto-concluyó.

-Yo: Ya somos dos-reí.

-Carolina: Bueno, me voy a duchar, que aún tengo que limpiar el comedor, la cocina y el jardín. Para luego preparar la cena-se separó de mí colocando ahora sus manos en mi espalda. La acerqué a mí, con mis manos en su cadera y la estreché en mis brazos.

-Yo: Ya sabes que te puedo ayudar con todo eso-le recordé.

-Carolina: Si insistes…-bromeó. Me aparté del abrazo y me incliné para besarla durante un poco más de tiempo que los anteriores.

-Yo: Te quiero nena-. Dicho esto di media vuelta sobre mis talones y puse nuevo rumbo hacia las escaleras, a ver que pondría ahora el librito…

NARRA LIAM:

Joder. No llores, muéstrate fuerte. Eres un hombre fuerte, no muestres tu debilidad, no muestres tu 
debilidad…

-Amy: ¡Liam!-exclamó preocupada, aún con una sonrisa dulce en sus rosados labios.-¿Estás llorando?-preguntó.

-Yo: Joder, no-intenté limpiarme las lagrimas disimuladamente, cosa que no conseguí-Toy Story…, es que…-intenté explicarme pero fue un intento fallido.

-Amy: Aw, que mono eres por dios-dijo la chica, se levantó para sentarse encima de mí y acurrucarse en mi torso para abrazarme dándome su incondicional amor. Sonreí aun durante que aún se deslizaba alguna lágrima tímida salida de mis ojos.

-Niall: ¡CARIÑOOOOOOOOO YA ESTOY EN CASAAAAAAAAAA!-exclamó el irlandés mientras entraba ruidosamente en casa.

-Louis: ¡HOLA AMOR MIO!-contestó el castaño apareciendo el cual había estado durante la peli en el piso de arriba con Alexandra.

-Niall: ¿Dónde está mi cena? ¡Espero que la hayas hecho!-amenazó el rubio teñido cruzándose de brazos, Anna apareció detrás de él. Cerró la puerta que daba la entrada a la casa y se fue con unas bolsas dirección a la cocina.

-Louis: ¡Aquí en mi entrepierna!-contestó soltando una carcajada a la pregunta.

Niall también se carcajeó de la estúpida broma de Louis, aunque paró de reír en seco.

-Niall: No enserio, ¿Has hecho la cena?-preguntó recuperando su estado serio.

-Louis: Eh…ahora que lo dices no.-se revolvió el pelo nerviosamente. Si Niall pedia comida, y no tenía 
comida. Eso…eso…mucho cuidado con eso.

-Niall: ¿QUÉ NO? ¿CÓMO QUE NO? ¿PORQUÉ NO? ¡YO QUE ME SACRIFICIO POR ESTE 
MATRIMONIO YENDO A TRABAJAR, DURANTE TODO EL JODIDO DIA Y TU NO ERES CAPAZ DE PREARARME NI SIQUIERA UNAS TRES PIZZAS, DOS POLLOS, O CON PATATAS FRITAS Y DOS BISTECS ME CONFORMO!-exclamó dramatizando, se acercó hacia nosotros, se desplomó en el sillón negro, y agarró un cojín cómo si le fuera la vida en ello. Lo estrechó en sus brazos, mientras maldecía en irlandés.

Anna regresó con una porción de pizza en sus manos, tocó el hombro de su chico para avisarlo y a este se le iluminó la cara, rápidamente dio un gran bocado a la comida que su prometida le ofrecía.

-Louis: ¡Jo!-maldijo Louis-¡Aún no le tenías que haber enseñado la pizza! ¡El plan era que por una maldita vez cocinara algo en vez de tragar tanto!-rio el castaño, pasó por el lado de Niall y le revolvió el pelo cariñosamente, todo había sido una broma entre mejores amigos.

En un rápido gesto, todos se giraron hacia nosotros.

-Niall: ¿Inftregjuntfimosh alkjgho?-¿Interumpimos algo?, dijo en su idioma. (El cual hablaba solo cuando comía comida).

Miré a Amy, la cual ahora tenía las mejillas algo sonrojadas. Me di cuenta de la situación, ella seguía encima de mí, y era bastante vergonzosa, aun sin entenderlo yo también estaba muerto de la vergüenza ¡Liam solo era un abrazo!

-Anna: Awww ¡Mirar que monos!-dijo la chica con una sonrisa.

-Louis: Nuestro Liam se hace mayor, ¡Tú! ¡Qué eras el padre!-alzó las manos-¡Mamá!-chilló antes de lanzarse en plancha hacia nosotros.

-Alex: ¿Louis?-preguntó Alexandra apareciendo en el salón.

-Yo: ¡Sácalo de aquí!-exclamé.

-Alex: ¡Creía que estabas buscando un baso de agua!-se carcajeó la chica mientras intentaba sacar a su 
prometido de la bola de personas que estábamos haciendo en ese momento.

-Louis: ¡ALEXANDRAAAAA!-se levantó de un salto. Elevó a Alexandra del suelo y corriendo algo dificultosamente subieron al piso de arriba, riéndose cómo dos locos enamorados, lo cual eran.

-Anna: Realmente no sé si me acabaré acostumbrando a vosotros-se llevó la mano a la frente pero no pudo 
evitar sonreír.

-Niall: ¿Dónde hay más pizza?-preguntó el irlandés expulsándose las manos en los pantalones. Rápidamente 
su novia lo riñó.

-Anna: ¡Niall, para eso existen las servilletas!-negó con la cabeza.

-Niall: Tú eres mi servilleta-dijo, no sin antes añadir-Para los labios-sonrió juguetonamente y no faltó nada  más para que ambos se dieran un dulce beso.

-Amy: Creo, que al final seremos nosotros los que interrumpiremos algo-soltó una risita y se levantó de encima de mí, me cogió de la mano y fuimos rumbo al jardín, cómo muchas tardes ya habíamos hecho. Allí estabamos tranquilos, sin ningún ruido, persona, o objeto que nos pudiera molestar, solos ella y yo.