Capítulo 16: ¡Gatitos!

Lo sé, mil perdones y más:$

Tengo motivos,  y es que seriamente tenía un bloqueo mental con esta novela, hasta he estado apunto de borrarla. Simplemente no sabía por dónde tirar, cómo seguirla...porque estaba convencida de acabarla inmediatamente, y empezé a escribir el último capítulo...

Pero, me dije; ¿Qué leches estás haciendo Anna?

Así que luego pensé en hacer un Maratón con capítulos especiales para acabar la novela.

Pero, me dije; ¿Qué vinagres estás haciendo Anna?

Así que luego pensé (vaya cabecita la mia ¿eh?XD) Con seguir la novela. Por que miles de ideas vinieron a mi mente, así ''PLUCHIMPLSINSQINSQUINSK'' (máh o menóh?XD) Y pues, la seguiré. Con dos ovarios.

Espero que os guste la idea, por qué si la sigo es por vosotras mayoritariamente:33 


Y vamos, es mi primera novela. Le tengo cariño y  no la quiero abandonar tan deprisa:3

Prometo escribir más amenudo, ahora que tengo muchas cosas por delante con ODMD;)) 

Sé que el capítulo no me ha salido muy bien, pero lo he escrito, lo he borrado, lo he vuelto a escribir y lo he vuelto a borrar un millón de años. 

So...Espero que os guste mapachitos<3 

Mucho, mucho amor de vuestra mami :3


NARRA HARRY:

Ambos estábamos completamente exhaustos,  yo había alquilado una habitación de hotel en aquella illa, dormiríamos esa noche y luego volveríamos a casa.

Oihana se estaba tomando una ducha, se sentiría mejor después de este caos total que hemos vivido en unas horas. Realmente…nunca en mi vida lo había pasado tan mal. Miré por la ventana y la brisa del mar (puesto que la habitación daba vistas al mar) chocó en mi rostro. Aspiré aire confortadámente, tenía a la mujer que más quería en este mundo de vuelta en mi vida.

-Oihana: ¿Harry?-dijo en voz alta desde el baño. Caminé hacía allí dejando atrás la ventana, rodeé la gran cama y anduve hasta la puerta del baño, el cuál era bastante grande.

-Yo: ¿Sí?-pregunté sin entrar, a ella le molestaba mucho que lo hiciera, aunque siempre lo hacía. 

Simplemente no quería tener peleas por insignificantes con ella, solo quería abrazarla besarla y decirle que nunca más nos podrían separar.

-Oihana: Tráeme una toalla porfavor-pidió-Deben estar en el armario del pasillo-instruyó.

-Yo: Ahora mismo-sonreí a pesar de que no me viera.

Fui hasta el armario y abrí la puerta corredera de este. En una de las estanterías habían bastantes toallas, 

agarré una y cerré la puerta detrás de mí.

Entré en el baño mientras Oihana aún estaba detrás del cristal de la ducha. Tendió el brazo y se colocó la toalla que yo le había pasado, oí cómo temblaba un poco. Salió y caminó hasta estar delante del amplio y largo cristal algo borroso por la ola de calor del ambiente por la ducha.

Con una toalla más pequeña ella limpió el espejo para poderse ver. Me vió a mi ante mi antena mirada.

-Yo: No sé por qué tienes que utilizar toalla-fruncí el ceño-Yo…-me acerqué a ella abrazándola por detrás-

Te puedo calentar en cuestión de segundos-aseguré mientras mis manos acariciaban su vientre.

-Oihana: ¡Harry!-me regañó, y enrojeció al instante ante mi comentario.

-Yo: Además-la besé cortadamente los labios y en el momento de distracción le quité la toalla. La tiré lejos de su alcance e indefensa se intentó cubrir su hermoso cuerpo con sus manos. Retiré sus manos y me miró. 

Escaneé su cuerpo de arriba abajo mientras me mordía el labio.

-Oihana: Sabes…sabes que me da mucha vergüenza estar desnuda o ver a alguien desnudo-se quejó en un jadeo ahogado.

-Yo: Y tú sabes que a mí me encanta por lo que me respecta. Sobre todo si hablamos de tu cuerpo-lo acaricié de arriba abajo pero pasando mis manos por ambos lados.

Noté cómo se estremecía ligeramente. Aún estaba mojada por la reciente ducha. Su pelo estaba atado en un moño del cuál caían algunos mechones rebeldes.

Dios sabe cuánto amo a esa mujer.

Me incliné para besarla y me acerqué más a su cuerpo. Acaricié mi mejilla y ella llevó sus manos a mi nuca y empezó a estirar y acariciar los rizos de mi pelo  que crecían allí.

Gruñí cuando ella buscaba más cercanía en mi cuerpo. Pero me aparté.

-Yo: Vístete, vamos a cenar con tus padres-le sonreí cínicamente y desaparecí del baño dejándola obviamente sorprendida.

Me tumbé en la cama y la ví en cuestión de segundos en mi regazo.

-Oihana: ¿Qué?-dijo esta vez envuelta con la toalla.

-Yo: Lo que has oído-solté una carcajada ante su confusión.

-Oihana: Es imposible. Estamos en Grecia, y ellos no saben nada de Tom. No lo pueden saber-dijo de 

repente pálida.

-Yo: Ellos…se enteraron-le confesé.

-Oihana : ¡¿Les dijiste?!-dijo enfadada y salió de un salto de encima mío.

-Yo: Técnicamente no-le aseguré-Dios, me estaba volviendo loco. Y al saber que estabas aquí…los dejaste 

muy preocupados. Además tu mamá vino del hospital y tú no estabas y tu papá estaba que lanzaba cohetes 

por los ojos por las orejas y por la punta de…-me calló gritando.

-Oihana: ¡Mierda Harry!-exclamó muy frustrada y se cruzó de brazos mientras caminaba de un extremo a otro de la habitación.

-Yo: Nena, lo tenían que saber-mi voz sonó suave.

 -Oihana: Ya. Pero no en estas circunstancias…-se quejó.

-Yo: Oh no claro. Mejor era que te hubiera violado después de matarte. Y en la lápida de tu tumba pusiera: ‘Eh sí mamá, papá, he sido violada y asesinada por mi ex que es un gran capullo y loco mental obsesionado por mí, lo siento por no organizar ninguna cena familiar, realmente quería que lo conocierais’’-dije sarcástico mientras me sentaba en la cama. Oihana se paró delante de mí, con expresión dolida.

Mierda, la he cagado.

-Oihana: Eso no ha tenido ni puta gracia. Pero no me puedo enfadar contigo de todas formas-suspiró aún frustrada.

-Yo: Lo siento-murmuré. Soy estúpido.

-Oihana: No importa…sólo quería decirles yo…en algún futuro no muy lejano. Simplemente es vergonzoso contarles a tus padres que has tenido un…no sé si se puede decir novio aunque lo fue que me violaba…y me maltrataba física y mentalmente-jugueteaba con sus dedos nerviosamente.

Fruncí el ceño y me levanté para abrazarla.

-Yo: Nena, ya está-la calmé y ahogó un pequeño sollozo en mi pecho.-Solo ponte cualquier cosa y saldremos a tener una cena con mis suegros-intenté forzar una sonrisa porqué verdaderamente no me salía. 

Su padre me daba escalofríos porqué podía aplastar mis huevos si se lo proponía. Y a su madre la había conocido en un momento de pánico de no saber dónde estaba su hija. Así que prácticamente no nos hemos conocido en buenas condiciones con ambos, aunque la relación con su padre me la tendré que ganar, y espero hacerlo.

Asintió con la cabeza y caminó hacía una de sus maletas. Abrió una de ellas y sacó un vestido que le había regalado yo hace apenas dos meses aproximadamente. Era negro y la parte de arriba era cómo un corsé. Pero lo dejó tirado de mala manera en la cama en desaprobación y rebuscó más en su maleta.

-Yo: ¿Qué hay de malo en ese vestido?-hice pucheros en mi voz.

-Oihana: Qué estarás toda la velada centrado en mi escote, y créeme saldrás mal parado por eso, quiero que papá no tenga más razones para matarte-soltó una risita y sacó un vestido blanco con algo de vuelo pero sin escote. Refunfuñé por lo bajo y me puse unos pantalones de vestir negros pero a la vez algo ceñidos y una camisa blanca. Me puse unos zapatos (puesto que también había traído una pequeña maleta para el viaje, cosa que me habían organizado los guardas espaldas) y tiré algo de colonia en mi cuello y muñecas. Finalmente me coloqué una chaqueta que llegaba a mis rodillas negra y me miré en el espejo. 

Sonreí tímidamente tratando de ganar algo de confianza en mí mismo en la próxima cena en menos de una hora. Peiné mi pelo pasándome las manos por él y lo coloqué hacía un lado.

Caminé fuera de la habitación no sin antes avisar a Oihana de que la esperaba afuera. Revisé mi teléfono móvil y avisé a los chicos de que estábamos bien y que no había ninguna novedad.

Levanté la vista del móvil al oír unos pasos de tacones. 

Oihana salió con una pequeña sonrisa sonrojándose y la puerta se cerró detrás de ella.

-Yo: Estás...simplemente perfecta nena-susurré atragantándome en mis propias palabras.

-Oihana: Igualmente-me alagó y ruboricé.-¿Dónde dices que hemos quedado con mis padres?-sonrió feliz. 

Adoraba cuando estaba así.

Entrelacé su mano con la mía y nos pusimos rumbo al restaurante dónde nos esperaba una cena (espero que mediantemente) agradable con sus suegros.

NARRA ANNA:

Todos estábamos en casa de los chicos, menos Harry y Oihana que seguían en Grecia. Por suerte ahora todo estaba bien. Aunque habíamos de tocar madera.

Zayn Liam Louis y Niall estaban jugando a la play matando bichos raros. Y las chicas y yo estábamos en el jardín tomando unos refrescos mientras hablábamos.

-Carolina: ¿Os gusta el nombre de Jazmín?-preguntó la chica mientras daba un sorbo a su limonada. Era una tarde algo calurosa para el clima de Londres.

-Alexandra: Es bonito-concordó la chica mientras se mensajeaba mensajitos con Louis.

-Amy: Estás a menos de 20 metros de él-sonrió la chica-Jazmín me gusta, aunque me gusta más Alexia-se encogió de hombros.

-Yo: ¿Entonces es seguro que sea una chica?-pregunté.

-Carolina: No-soltó una risita-Pero Zayn está muy testarudo en que lo sea-rodó los ojos-A mí me da igual, ya sabéis mientras venga sano, o sana-sonrió dulcemente acariciando su tripita.

-Amy Alexandra y Yo: Ya verás que sí-dijimos al unísono y soltamos unas risas todas.

Laika se acercó a mí y subió a mi regazo acaricié su cabecita mientras sonreía.

Oímos cómo unos pasos se acercaban y de repente todos los chicos tenían una sonrísa falsa en el rostro tratando de ocultar algun hecho. Estaban empapados, tenían espuma en la cabeza, y prácticamente en toda la ropa. ¿Qué demonios?

-Niall: Veréis chicas-tosió incómodamente y me miró a mi con algo de miedo. ¿Qué mierdas habían hecho para estar tan cagados de miedo?

-Liam: Yo no quería. Han sido ellos-levantó las manos y señaló a Louis Niall y Zayn.

-Louis: ¡Si cae uno caemos todos desgraciado!-se pudo notar algo de humor en su voz.

-Zayn: Aish. Tampoco es para tanto-quitó importáncia el moreno. -Pues, cómo buenos novios que somos-sonrió con suficiencia y las chicas y yo rodamos los ojos-¡Eh!-se quejó y otras quejas de los chicos se escucharon-Bueno, que YO había tenído la idea de poner la lavadora, y entonces habían cómo 5 potes diferentes de detergentes, es que no sé para que queréis tantos, aunque la casa es nuestra hay cosas que compráis y...En fín. Qué Louis y Niall cada uno tenía un diferente detergente, y claro, se estaban peleando y mientras Liam iba a la suya, y sin que nos diéramos cuenta por qué esos dos estaban discutiendo y yo intentándo separarlos, él hechó el detergente, y luego Louis del suyo, y luego Niall del suyo y luego...yo del mío-murmuró esto último.

-Alexandra: ¡¿Habéis explotado la lavadora?!-exclamó.

-Louis: Jejé. Eso no es el termino exacto para decir que la cocina está arrebosar de espuma-dijo en tono inocente.

-Yo: Hombres-solté una risita por lo bajo aunque todos me escucharon.

-Niall: ¡Era una buena intención!-se defendió mi prometido y me reí. Caminé hacía el y lo besé tiernamente.

-Carolina: No pasa nada, ¿Lo habréis limpiado no?-preguntó a los chicos.

-Liam: Eso hemos hecho. El problema de todo eso es que...vuestra ropa...Niall habla tú-le dijo al irlandés. Este lo asesinó con la mirada y se revolvió su pelo rubio teñido con nerviosismo.

-Amy: ¿Qué ha pasado a la ropa?-alzó una ceja. Tampoco pasaba nada, quiero decir, solo es ropa.

-Louis:Es bonita, ahora es de color rosa, blanco, amarillo, violeta...parece arcoíris-soltó una carcajada y Liam le dió un leve golpe en el hombro.

-Yo: ¿Pero cómo mierdas se puede haber teñido tanto?-pregunté extrañada.

-Niall: Quizás...tiramos algunos productos más...-dijo muy bajito.

-Alexandra: ¿En serio no sabéis poner una lavadora?-derrotada se llevó las manos en la cabeza y suspiró.

-Louis: ¡Sí que sé! Pero Niall me estaba liando entre la fragancia de lavanda, la de limón, o el blanqueante, o la ropa negra, o yo que sé qué, hemos acabado hechando lejía y...Bueno, hay que comprar una lavadora-acabó diciendo.

-Zayn: Y un lavavajillas. Digamos que ha estallado también mientras estaba en el ciclo de limpiar los platos. No preguntéis cómo.

-Liam: Y una cafetera.

-Niall: ¿Y un microondas? Lo siento, ha muerto electrocutado.

-Louis: Y la tostadora. No se merecía esa muerte-sacudió la cabeza en muestra de afecto hacía la tostadora.

-Carolina: Cristo. Nunca más entréis a la cocina, al menos individualmente sí. Pero juntos soys una explosión-soltó una carcajada.

-Louis: Llega a estar Harry y no lo contamos-bromeó el castaño y todos estallamos a carcajadas. Estos chicos eran un caso...

Laika corrió dentro de la gran casa. Tenía agua y comida y sus juguetes, no me gustaba dejarla sola en casa pero no teníamos otra opción. Mis padres me habían dicho que se podía quedar con ellos, pero no quería puesto que la perrita era de Niall y mía, y aunque nos ausentaramos de vez en cuando quería que viviera con nosotros.

-Yo: Me aburro-dije después del incómodo silencio que se había formado después de hablar sobre la desastrosa cocina que actualmente teníamos.

-Niall: Yo también-se quejó sentándose encíma mía.

-Yo: ¡Me aplastas!-exclamé teatralmente. Y empezó a hacerme cosquillas.-¡STOP!-chillé mientras no podía más. Se acercó a mi y me besó tiernamente, al separarnos nuestros labios formaron un pequeño chasquido.

-Alexandra: Dentro de poco iremos a la Universidad-suspiró, de repente parecía cansada. Se oyeron quejas por parte de todos.

-Yo: Oh, vamos tampoco será tan malo-intenté animar la situación.

-Niall: No os tendremos para nosotros-se quejó haciendo un puchero.

-Zayn: Pasaréis tiempo fuera, y cuando estéis en casa estaréis ocupadas haciendo deberes, trabajos, o estudiando para los exámenes.

-Liam: ¿Pero no dijimos que iríamos para tener una carrera? Recuerdo que ninguno tiene exactamente los estudios acabados-se rascó detrás de la oreja mientras miraba a los chicos.

-Louis: Béh, carreras-dijo quitándole importancia al asunto.

-Alexandra: ¡Louis! Aunque seas un cantante mundialmente famoso con tu banda no significa que te tengas que comer los mocos viviendo la vida sin estudios, o al menos tener una carrera, si no hubieras ido a The x Factor, hubieras seguido con tus estudios, yendo a actuar en alguna serie, o actuando en obras de teatro cómo ya hacías, pero hubieras acabado teniendo una carrera-concluyó.

-Louis: ¡Pero no nos hace falta!-se quejó el oji-azul.

-Niall: A mi no me parece una mala idea, la próxima gira la empezaremos en finales de Mayo, quizás ya en Junio. Poco más antes de que acabe el primer curso de Universidad, nos llamaran para actuar en algún lado, o eso sí, grabar videoclips para nuestras Directioners, o ir algun programa televisivo…Nos las podríamos apañar para ir a la Universidad-acabó asintiendo con la cabeza el irlandés.

-Zayn: Paso, yo seré padre-dijo el moreno con una sonrisa cínica, aprovechando la excusa del bebé para no tener que ir a la Universidad.

Carolina alzó una ceja.

-Carolina: ¡Y yo madre! ¡Pedazo de gandulo! ¡Vas a ir a la Universidad! ¡Hombre míralo que machista! ¡Saldrá de mí el bebé y tendré los ovarios de ir a la universidad!-exclamó incrédula.

Zayn tragó saliva.

-Zayn: Lo siento cielo-agachó la cabeza por unos instantes-Iré a la Universidad, así podré hacer la carrera de Bellas artes, total, siempre la he querido hacer-sonrió, era un hacha en el campo de las artes, más que nada, dibujaba genial.

-Liam: ¿One Direction hará vida Universitaria?-preguntó en tono de presentador de televisión.

-Louis: Si no hay remedio…-dijo con una sonrisilla al final de la frase.

-Alexandra: Por eso te quiero-bromeó antes de besarle fugazmente a los labios a su novio.

-Louis: Sí, sí, pero haber quien le dice a Harry que tendrá que ir a la Universidad.

De repente todos nos tiramos al suelo, era una manía cuando no queríamos hacer algo, el que se quedaba de pie o el más lento en ese caso, le tocaba hacer lo que no queríamos hacer.

En ese caso…fue Niall.

El chico se quejó cruzándose de brazos mientras protestaba en irlandés, quizás nos estaba maldiciendo a todos. Bueno, quizás no. Segurísimo.

-Amy: Niall, tampoco será para tanto-le intentó animar.

-Liam: Sólo cuando le digas que tendrá que madrugar, será para enmarcar su cara-se carcajeó el castaño.

-Yo: Si quieres le puedo decir a Oihana que le diga ella, quizás se lo toma mejor-sonreí y me miró clavando su mirada azul con la mía.

-Niall: ¿Podrías?-casi suplicó.

-Louis: Madre mía, ni que fuera ese día que le tuvimos que decir a Harry que Zayn acababa de autosuicidar a su gato-se revolvió el pelo y no pudo evitar una risa.

-Carolina: ¿QUÉ CORCHOLIS LE HICISTE AL GATO ZAYN?-casi le chilló.

-Zayn: En mi defensa quiero decir, que todo el jodido mundo dice que los gatos caen siempre de pie…-preferimos dejar el tema. Pobre gato.

NARRA BRAD:

Sílvia y yo salimos a comer fuera, puesto que apenas quedaba comida en la nevera, y nos hacía palo salir a comprar, para luego volver a casa y cocinar, así que decidimos ir a comer en un restaurante de comida rápida. Por el camino de vuelta a casa, estuvimos hablando de la boda, al final, lo habíamos planteado todo para dentro de 4 escasos meses, quizás sea bastante pronto, pero me da absolutamente igual, quiero casarme con ella, de hecho lo haría ahora mismo si pudiera, no me hace falta estar casado con ella para amarla para siempre, respetarla  y esas huevadas y mariconadas, la quiero joder, pero solo imaginármela cómo mi esposa…

-Sílvia: ¿Brad?-pasó la mano detenidas veces delante de mi rostro, sacudí la cabeza para dejar de lado mis pensamientos y mirar a mi prometida con una pequeña sonrisa dibujada en mis labios.

-Yo: Dime-le dije, y sus labios formaron una línea recta, intentando parecer enfadada. Aunque demonios, ella la mala leche la tiene cuando quiere realmente. Esa es una de las cosas que más amo de ella.

-Sílvia: ¿No me estabas haciendo caso no?-protestó cruzándose de brazos.

-Yo: Lo siento preciosa-me disculpé y me incliné para dejar un suave beso en su mejilla, sin poder evitarlo sonrió y sacudió la cabeza indicando que no pasaba nada. -¿Qué me estabas diciendo?-pregunté.

-Sílvia: ¿Querrás iglesia o por lo civil?-me preguntó, ya habíamos hablado de eso, y todas las veces esas ya le había dicho que me era igual, aunque siempre que hablábamos de la boda, nos referíamos a que la celebraríamos en una iglesia.

-Me encogí de hombros-Yo: Me da igual, mientras me case contigo-murmuré y se sonrojó. 

Me cogió de la mano y seguimos caminando.

Fijé mi mirada a una esquina que habíamos pasado, retrocedí sobre mis pasos, y vi la pequeña caja de cartón, oí unos diminutos maullidos de gatitos.

¡Gatitos! ¡Gatitos abandonados! ¡Gatitos que podían morir si yo no les salvara! ¡Tengo que salvar a esos gatitos! ¡Por qué sino morirán de hambre!

Sin más preámbulos corrí en dirección a la pequeña caja, bastante rota y sucia, me arrodillé y efectivamente, habían 7 gatitos, todos debían tener apenas 3 días de vida. Me encogí sobre mí mismo al pensar a alguien abandonar a los pequeños gatitos. Aunque podría ser de una madre gata callejera, miré a mí alrededor, y a pesar de los coches que pasaban por la calle, no había ni rastro de gatos más adultos.

Sílvia llegó a mi lado corriendo.

-Sílvia: ¿Qué pasa?-preguntó agachándose a mi lado y observó el contenido de la caja tumbada.

-Yo: ¡Son misifunes! ¡Mininos! ¡Gatitos lindos!-exclamé cogiéndolos y me empezaron a lamer la cara los brazos y las piernas, algunos perezosamente y otros enérgicamente. Apenas podían abrir los ojos, y caían porque sus patas aún eran torpes y débiles, pero podía asegurar que me acababa de enamorar de esos 7 gatitos.

-Sílvia: ¿Misi qué?-dijo a punto de estallar a una carcajada, y me miró arqueando una ceja.-Braddie, no nos los vamos a quedar-me advirtió.

-Yo: ¡¿QUÉ?! ¿Por qué? -exclamé haciendo un puchero mientras Stich subía por mi espalda, era el gatito que primero había saltado encima de mi cuerpo, tenía pelaje negro con algunos detalles blancos.

-Sílvia: ¡No nos podemos hacer cargo de 7 gatos!-dijo y empezó a mirar con dulzura a cada uno de ellos.

-Yo: ¡Si te encantan! Lo sé, lo sabes, lo saben-les señalé. -¡Mira a Stich!-dije cogiendo al gato que trepaba por mi espalda-¡Te va a escupir moco/baba verde cómo no nos los llevemos a casa!-dije y el pequeño gatito hizo un intento de mostrar sus dientes pero acabó tosiendo porque casi se atraganta con su saliva. Tan inocentes…-Seguro que se están muriendo de hambre-susurré mirándoles con pena y todos ellos me miraron con ojitos tristones. Aw, que ricuras.

-Sílvia: Un boxeador estando con 7 gatitos, eres un cursi de mierda-sonrió y empezó a coger a los gatitos.

-Yo: ¿Nos los quedamos?-casi chillé de felicidad.

-Sílvia: Demonios, sí, no puedo dejarlos aquí-acarició las cabecitas de 3 de ellos y yo cogí a los restantes 3, puesto que ya tenía a Stich conmigo.

-Yo: ¡Te amo te amo!-exclamé y me levanté después de ella, seguidamente la besé fugazmente los labios y seguimos el camino de vuelta a casa, con nuevos inquilinos.