47. Mala Persona.

HEEEEEEEEEEELLO! NADA QUE CONTAR ._. OS DEJO EL NUEVO CAPÍTULO <3

NARRA HARRY:

-Yo: ¿Y eso?-pregunté después de lo ocurrido.

-Oihana: No sé-se encogió de hombros.

-Yo: ¿Cómo que no sabes?-reí.

-Oihana: No sé…-.

-Yo: Lo que pasa es que des de ahora no podrás vivir sin mis besos-sonreí pícaramente.

Por qué yo sin los suyos tampoco. Delante nuestro había una anciana que me creo pensar 

tenía puesta su antena parabólica para escuchar cada movimiento que hacíamos Oihana y yo. Esta si que trabajaría bien de paparazi o de periodista mejor dicho.

-Oihana: ¡Pero serás creído!- me dio un empujón.

-Yo: No me maltrates-intenté cubrirme con mi chaqueta.

-Oihana: Eres un infantil-.

-Yo: Y tú una pequeña-.

-Oihana: ¡No me llames pequeña!-y otro empujón.

-Yo: ¿Si no qué?-le reté.

-Oihana: Si no...¡ACHÚS!-estornudó.-¡Ah! ¿Siempre has de hacer que me encostipe?-resopló.

Me acordé del día de la piscina, que también dijo que era mi culpa pero al fin y al cabo sólo fueron algunos estornudos.

-Yo: No es culpa mía, es culpa del tiempo-señalé con mi dedo a fuera de la ventana.

-Oihana: Me agotas Styles-.

-Yo: Puede…pero también te vuelvo loca-le guiñé un ojo.

NARRA OIHANA:

Pues claro que me vuelves loca, pero NUNCA admitiré eso, creo, o al menos no tengo la intención.

-Yo: Más quisieras…-.

-Harry: Qué no tienes la intención?-sonrió juguetonamente.

-Yo: ¿Lo he dicho en voz alta?-notaba que mis mejillas se empezaban a poner coloradas.

-Harry: Seep…lo has dicho en voz alta-. Seguía sonriendo de esa manera.

-Yo: Mierda…-susurré. –Bueno, que sí me vuelves loca, de lo pesado que eres!-intenté arreglarlo.

-Harry: Yo creo que de otra manera…-me guiñó un ojo otra vez.

-Yo: Púdrete- resoplé.

-Harry: No seas tan molesta, sé que te ha gustado el beso, y que quieres repetirlo, y no puedes negar que te vuelvo loca, si no, no hubieras venido al aeropuerto, creo adivinar corriendo, estando lloviendo y sin ni siquiera con tus maletas –DOBLE MIERDA! Las maletas…joder –.

NARRA ANNA:

-Carol: Se han ido…-dijo mirando la carretera ya que conducía.

-Yo: Si…-dije yo mirando por la ventana del sitio del copiloto el cual estaba sentada.

Llegamos a casa de los chicos, esta misma mañana ’’nos obligaron’’ a seguir viviendo aquí, o al menos yo, ya que Carolina vivía con sus padres, pero a partir de ahora viviría aquí, o al menos el poco tiempo que estuviera dentro ya que con lo del cáncer se pasaría más tiempo en el hospital que fuera.

-Carol: Te importa si voy a comprar cubos de helados de chocolate, alguna peli en el videoclub,  y cenamos comida china? –dijo mientras dejaba las llaves en el mueble de la entrada de la casa.

-Yo: Te iba a pedir lo mismo, es lo que necesito-reímos levemente.

-Carol: Bueno, pues hasta dentro de un ratito, si no te sabe mal quiero estar sola, así que daré un paseo-se despidió de mí.

-Yo: Claro, tranquila-la entendía perfectamente, y el caso era que yo también quería estar sola un rato, no sabíamos exactamente a qué hora nos llamarían los chicos así que solo hacía falta esperar.

Cerró la puerta y dejé caer todo mi cuerpo en el sofá, apoyé mi pierna en un puf, y encendí la televisión.

Programas de cotilleo, programas de risa absurda, programas de cocina, series aburridas, películas que no me apetecían ver…

Nada de nada.

NARRA CAROL:

Dentro de 2 días empezaré la quimioterapia, teóricamente tenía que haber empezado días atrás, pero conseguimos retrasarlo, así podía despedirme de los chicos.

Iba caminando por las calles de Londres, no había querido coger el coche, ahora me apetecía caminar y mientras, pensar. La verdad no sé en qué, Zayn ya estálejos, no sirve de nada lamentarse. 

                                                     

De repente sonó mi móvil, lo saqué de mi bolsillo de la chaqueta y vi la pantalla el nombre Zayn estaba escrito dentro de esta. Sonreí inconscientemente.

-Yo: ¡ZAYN!-grité ahora.

-Zayn: Hola princesa-dijo con su voz, la cual ya echaba de menos.

-Yo: ¿Estás bien? ¿Cómo ha ido el vuelo?-pregunté felizmente mirando el escaparate de una tienda de antigüedades.

-Zayn: Estoy bien, aún no hemos aterrizado pero nos han dejado sacar los móviles.

-Yo: Ah de acuerdo…-y ya no sabía que decirle.

-Zayn: ¿Y tú cómo estás?-se escuchó un poco cerca la voz de Niall, creo que también estaba hablando por teléfono.

-Yo: Bueno…-Vivo con el miedo de hacer lo correcto con la persona equivocada o hacer lo equivocado con la persona correcta, Zayn no quiero morir y que tu llores por mí estúpida culpa -dije dándole una patada a una piedra.

Notaba que ahora él no sabía que decir, se quedó callado y volvió a hablar.

NARRA SÍLVIA:

Y a mí que mierdas me importa si soy diferente o no?

Me tiré literalmente a la cama y hundí mi cabeza mientras con un cojín la aplastaba con ayuda de mis manos.

-¿Es que en este inútil planeta no puede haber gente normal?-dije mientras suspiraba  ahora mirando el techo de la habitación.

Triiiiii triiiiiiiiiiiiiiiii triiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii sonó el teléfono  fijo de casa.

-¡Seas quien seas vete a la mierda!-grité. Sabía que nadie me iba a contestar, y tampoco escuchar pero bah.

Paró el maldito ruido. Y otra vez.

Triiiiii triiiiiiiiiiiiiiiii triiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

Y así otras 5 veces. ARG! Da igual, lo cojo.

Me levanté y fui hasta el salón, encima de un mueble estaba el teléfono. Mientras aún sonaba lo cogí.

-Yo: ¿Qué? ¿Quién eres?-bufé.

-xxx: Soy Brad. NO ME CUELGES-dijo rápidamente.

-Yo: Tienes 10 segundos…-suspiré.

-Brad: Perdona, he sido un estúpido, por favor podemos quedar? También te tengo que preguntar una cosa…-dijo suplicando.

-Yo: Como me pidas salir o alguna mariconada de esas te daré otra patada en tu amiguito, y sin piedad alguna-amenacé.

-Brad: No, no tranquila, ¿vengo ahora? Es que te estoy llamando desde una cabina de la calle de enfrente.

-Yo: Cómo quieras-dije distraída.

-Brad: Hasta ahora-contestó.

Y colgué.

No pasaron casi 5 minutos y ya lo tenía llamando al timbre. Le abrí y pude observar como una sonrisa de ‘’menos mal’’ se apoderó de sus labios.

Me senté en el sofá, y encendí la televisión, me levanté y fui hasta la cocina, cogí una bolsa de chucherías que tenía de las cuáles había comprado esta misma mañana y fui otra vez en el sofá y me volví a sentar.

Brad estaba de pie, sin saber qué decir o que hacer.

-Yo: Qué quieres Brad-dije mordiendo una de las chuches.

-Brad: Me puedo sentar?-dijo señalando el sofá.

-Yo: Si, pero lejos-le advertí.

Se sentó en la otra punta del sofá, yo me giré para mirarlo y me senté en forma de ‘’indio’’ 

con las piernas cruzadas, mirando dónde estaba sentado.

-Brad: Perdón-dijo tímidamente.

-Yo: Eso ya me lo has dicho- dije apagando la televisión.

-Brad: Es que a veces soy muy directo-admitió.

-Yo: Y tanto-dije bordemente.

-Brad: No se volverá a repetir…-dijo con la cabeza agachada.

-Yo: ¡No soy la directora de tu colegio de pequeñajos inútiles! ¿¡Pero es qué quién te crees que eres para ir besando a la gente!? ¡No soy cualquiera de tus barbies putas con las que follas cuando te aburres! ¡Y somos amigos! ¡O eso creía! Acaso solo te acercaste a mí para decir ‘’Ahora no solo me follo a barbies putas, sino también a emos’’ ¿O algo por el estilo? Por qué si es así, lo siento, bueno no, no lo siento, te jodes y ¡llamas a las tantas que tienes seguramente en tu agenda de teléfono para decirles que te hagan un buen polvo! ¡Pero ARRRG! Gente como tú, o mejor dicho, hombres cómo tú dais A.S.C.O!-literalmente exploté, y le dije todo esto gritando.

-Brad: Yo lo siento…-la verdad parecía sentirlo de verdad.

-Yo: Para de decir lo siento, solo son palabras-me crucé de brazos.

-Brad: Vale…pero tienes razón, enserio perdóname no quería hacerte daño no era mi intención, y no, no estaba contigo solo para que nos acostáramos, simplemente creía por fin tener a alguna amiga con la que a los 3 días ya me pedía que echáramos un polvo o yo me lanzaba. Y lo del beso es por qué estaba confuso-dijo aún con la cabeza agachada.

-Yo: De acuerdo…pero si se vuelve a repetir te echaré de mi casa a patadas, yo solo aviso-dije amenazándolo otra vez.

-Brad: Echo-asintió tímidamente.

-Yo: Y qué me querías pedir?-pregunté ya más calmada respecto a lo sucedido.

-Brad: Verás yo vivo de alquiler, y el casero y el piso en si son una mierda, es muy caro por lo pequeño y viejo que es el piso en sí. El caso es cómo tienes una habitación de más, me preguntaba si podía vivir contigo –soltó de sopetón.

-Yo: ¿Disculpa?-pregunté incrédula.

 -Brad: Pos eso…qué si ¿podríamos ser Compis de Piso?-preguntó amablemente.

-Yo: Norma número 1. Nada de diminutivos cursis inútiles-dije enseñando mi dedo índice.

-Brad: ¿Entonces, me quedo?-preguntó sorprendido, ya que era más que esperar que le dijera que no.

-Yo: Estás de prueba, no te prometo nada.

-Brad: ¡BIEN!-saltó de golpe quedando de pie delante del sofá.

-Yo: No te motives-dije comiendo otra chuche.

-Brad: Si señor-dijo en plan soldado.

-Yo: ¿Señor?-alcé una ceja.

-Brad: Señora, señora-se arrepintió.

-Yo: Más te vale-reí –Norma número 2. Nada de decirme señora. Sílvia, que para eso mis padres me llamaron así.

-Brad: Valep, Sílvia.

-Yo: Norma número 3. Los dos haremos los trabajos de casa. Luego ya nos repartiremos que haremos cada uno sí aceptó que te quedes.

-Brad: Me parece bien-respondió sonriendo.

 NARRA OIHANA:

-Harry: No seas tan molesta, sé que te ha gustado el beso, y que quieres repetirlo, y no puedes negar que te vuelvo loca, si no, no hubieras venido al aeropuerto, creo adivinar corriendo, estando lloviendo y sin ni siquiera con tus maletas –DOBLE MIERDA! Las maletas…joder –. No te preocupes por tus maletas, ya compraremos ropa nueva.

-Yo: Gracias...y no sé Harry, si quizás algo me vuelvas loca-no lo podía negar tal cómo me lo había dicho. -Pero quién me dice a mi que todo saldrá bien?

Y otra vez a discutir si podemos estar o no estar bien juntos.

-Harry: Ya empezamos Oihana?-suspiró.-Nuestro maldito orgullo, sabes el orgullo es ese maldito sentimiento que te hace perder muchas opotunidades de las que después te arrepinetes. 

-Yo: Qué yo sepa no terminamos esto.

-Harry: Pero tú sabes lo que acaba de pasar apenas una hora?-se pasó su mano por sus rizos los cuales me encantaban.

-Yo: Si...pero...-.

-Harry: Orhgh! Ni peros ni peras! Deja ya de negar que nos queremos. Mira yo acepto, me vuelves loco, te quiero, y quiero que seamos algo más que dos jóvenes que se pelean cómo el perro y el gato-se cruzó de brazos esta vez él.

-Yo: ¿También dirás esto cuándo te estés acostando con alguna tia de solo una noche?-pregunté secamente.

-Harry: Eso no pasará-dijo.

-Yo: ¿Quién me lo garantiza Harry?-pregunté otra vez secamente.

-Harry: Yo. -respondió.

-Yo: ¿Y cómo se que puedo confiar en tu palabra?-.

-Harry: Simplemente hazlo-.dijo -Te prometo qué no habrá otras. Que podrás notar como tiemblo, a través de tu piel; que mi corazón latirá como nunca lo hizo. Te prometo, que los días serán extremadamente cortos, debido al sobrepeso de felicidad que habrá en ellos. Que podrás sentir como me derrito con tus besos; que haré todo lo que pueda para que seas la persona más feliz de este mundo. Te prometo, que podrás decir, con sinceridad, que estás a tres metros sobre el cielo. Que nuestra historia será la más hermosa jamás contada; que conocerás lo que es la felicidad verdadera. Te prometo, que cada mañana, te llevaré el desayuno a la cama. Que no te fallaré nunca; que seré tu sombra siempre y cuando lo necesites. Te prometo, que te agarraré de la mano, y que podrás leer en mis ojos, las ganas de no soltarte nunca. Que cada día, será una sorpresa; que sacaré de ti, la persona más optimista del universo. Te prometo, que te haré reír todos los días en los que creas que es imposible. Que sentirás vivir en un mundo en el que solo existimos tú y yo; que será el amor más perfectamente perfecto que ha existido nunca. Te prometo, de corazón, que no te arrepentirás de esto; que será para siempre.-dijo muy convecido de sus palabras y se acercó a mí.

-Yo: Yo...no sé que decir-y es verdad, no tenía ni idea de qué decir.-sonreí incosientemente 

-Harry:  ¿Sabes? Tu sonrisa se ve más bonita a dos centímetros de mi boca.-¿desde cuándo se había acercado tanto?

-Yo: A-a-a-.h.h sí?-dije tartamudamente.

-Harry: Siip...-dijo contra mis labios.

Maldito Syles sabe cómo ponerme nerviosa y olvidarme de lo que sea de lo que estabamos discutiendo minutos atrás.

Contra mi voluntad lo aparté. Me miró confuso y un poco triste.

-Harry: Intentémoslo Oihana-pidió.

NARRA ANNA:

Tras haber hablado durante un poco más de media hora con Niall, mi estado de ánimo estaba más contento. Y creo que el de Nialler también. Encendí la televisión nuevamente y ahora me entretube mirando una serie que no estaba muy mal. A eso de las 20:30 horas llegó Carolina con los cubos de helado y la película, le quería preguntar cómo estába, no le dije nada parecía haber estádo llorando y creo que era por Zayn, ahora sólo faltaba que protestáramos todo lo que quisíeramos mientras cómamos ese delicioso helado de chocolate viendo PDTA TE QUIERO una de nuestras películas preferidas. A mitad de la película Carolina empezó a llorar desconsoladamente, tanto que me preocupé bastante.

-Yo: Qué te pasa Carol?-le pregunté a mi amiga ofreciéndole un pañuelo.

-Carol: PPRRRRFFFTTT-se mocó con el pañuelo ofrecido.

-Yo: ¿Es por la película? ¿Tampoco es tan triste no? ¿Es Zayn?-.

-Carol: Es...es...es por todo-sollozó.

Dios mío...empezaba dentro de 2 días, ya casi ni me acordaba.

-Yo: Por favor no estés así...-ahora la que lloraba era yo.

-Carol: Yo...yo...yo soy muy mala persona-dijo intentando quitárse algunas lágrimas que le caían de sus ojos como si fuera una carrera que ninguna quería perder.

-Yo: ¿Mala persona?-pregunté confusa.

-Carol: Siiiiiiiiiiii-dijo sollozando y agarrando un cojín para abrazarlo.

-Yo: ¿No entiendo...ha pasado algo?-pregunté aún más confusa que antes.

-Carol: Si...yo...yo-ahora cogió la cuchara con chocolate en esta y se la metió dentro de la boca.

-Yo: Haber, calmate y me lo cuentas todo, de acuerdo?-le dije.

-Carol: Va.le-respondió intentando calmarse.

Estúbo un rato así hasta que se calmo. Pasó más de media hora. Y entonces empezó a hablar.

-Carol: Soy una idiota-dijo.

-Yo: Cuéntame lo que ha pasado Carolina-ahora yo le estába peinando su pelo rubio.

-Carol: Estába enfadada triste solitaria... lo hecho de menos y yo entonces puuuuuuuf-parecía cómo si estubiera hablando sola.

-Yo: Me confundes, no te entiendo-le dije.

Se giró para mirarme.

-Carol: La he cagado Anna-confesó.

-Yo: ¿Le has puesto los cuernos?-pregunté abriendo los ojos más de lo normal.

-Carol: No, no nunca haría eso-respondió.

-Yo: Ah, de acuerdo-repuse mi espalda en el sofá.

-Carol: Algo peor-siguió.

-Yo: ¿El qué?-pregunté.

-Carol: Yo...le he mandado a la mierda-dijo casi en un susurro.

-Yo: ¿Cómo?-pregunté ahora sí como los ojos como platos.

-Carol: Le he dejado Anna, he dejado al chico de mis sueños-dijo finalmente y se puso a llorar como una hora atrás.