T.2. Capítulo 10. El globo

NARRA SÍLVIA;

Abrí un ojo y se me volvió a cerrar. Mierda, que jodido sueño tenía esa mañana, aunque quería quedarme en la cama todo el santo día me tenía que levantar ya que si no llegaría tarde al trabajo. Perezosamente me levanté y me agaché para buscar mis zapatillas, había una pero, ¿y la otra? Me agaché un poco más para ver si se me había colado debajo de la cama, y efectivamente estaba allí. Cuando me las puse me levanté y me tambaleé un poco. Al final he dormido 3 o 4 horas. Maldita Stacy.

Salí de la habitación y el silencio me asustó. Aunque no mucho ya que todos estarían durmiendo. Creo que Brad al final durmió a mi lado, aunque ahora no me importa mucho la verdad. Fui hacía la cocina a prepararme algo de desayunar. Abrí el armario de la cocina, bueno uno de los que hay, y cogí la caja de cereales. Seguidamente caminé hacía la nevera y cogí la leche. Cuando tuve el desayuno preparado me senté en uno de los tamburetes que hay delante de la mesa de la cocina. Allí empecé a comer.

Algo me resultaba estraño, recuerdo cómo Brad días antes cuando discutió con Stacy le dijo;

Si no te vas de esta casa, ya nos iremos Sílvia y yo, no quiero que nuestro casero sea tu padre, ya que te podrás presentar cuando quieras con todo el derecho del mundo, pero para entonces, nosotros no estaremos.

¿Enserio estaría dispuesto a irse conmigo a otra casa? Bien, soy idiota por ponerme a pensar en esto. 

Pero…el caso es que llevamos casi un año siendo amigos/compañeros de piso/enemigos y ahora novios. 

¡A mí me gusta esta casa! Aunque para que Stacy tenga otra de sus noches aquí pues como que no.

-Brad: Buenos días cariño-dijo Brad a mis espaldas, me asusté por unos momentos y me giré. Mierda. Iba en boxers negros y no llevaba ninguna camiseta.

-Yo: Vístete antes de que se despierte la bestia-murmuré, notaba mis mejillas arder.

-Brad: ¿Eh?-preguntó confundido-Estoy cómodo así-dijo divertido y levanté la mirada para asesinarlo con esta.

-Yo: Ya, pero yo no-respondí cabreándome-No me da la gana que esa arpía disfrute de las vistas-gruñí enfadada.

-Brad: ¿Disfrutar eh?-preguntó otra vez con su tono divertido. ¡ARGH! Creo que escribiré un libro. 5001 formas de odiar al simio Brad. Uoh. Algo me dice que los vendría bien, bueno no descartaré esa idea para el futuro (no muy lejano).

-Yo: Claro-solté una risita nerviosa. ¡SÍLVIA QUE NO TE DOMINE! Claro, para ti es fácil no mirar su…oh torso musculoso. ¡Lechugas! ¡No es la primera vez que le ves sin camiseta! Ya pero es la primera vez que lo veo tan…jodidamente sexy ¡Además! ¡SE ACABA DE DESPERTAR! Mira su pelo…su voz…sus boxers negros…y su jodida voz sexy-mañanera…

-Brad: Tierra llamando a Sílvia-dijo mientras pasaba su mano algunas veces por delante de mi cara.

-Yo: Estoy en la tierra-susurré mirándolo-O en el paraíso…-murmuré. Joder ¿se puede saber que me pasa?

Tienes 19-20 años y te lo quieres tirar. Fácil.

Escupí todo mi cereal en su torso tableta musculosa.

-Brad: ¡Pero qué haces!-protestó quitándose la comida que le había escupido con ayuda de un trapo de la cocina

***

Tres escasos minutos después Brad picó a mi puerta.

-Brad: Abre amor-pidió y me abracé a mis piernas ya que estaba sentada en el suelo de la habitación. 

Debíamos poner la calefacción. Me estaba helando el culo y eso que estábamos en finales de mayo y principios de junio.

Me levanté y abrí, un Brad completamente confuso pero con expresión divertida en su rostro me abrazó.

-Yo: Perdón-murmuré. Y este no había sido un problema mío bipolar. Me había puesto tan nerviosa al verlo casi en pelotas que…se me había ido la olla completamente.

-Brad: ¿Pero qué te ha pasado?-preguntó con voz dulce.

-Yo: Je-tosí nerviosamente ¿cómo le podía decir que era malditamente...matador?-Je,je-repetí el 

proceso. ¡ESPERA! ¡ALERTA ROJA! ¡ALERTA ROJA FOSFORITA! ¡JODIDA ALERTA ROJA! ¡¡¡¡¡SIGUE EN 

CALZONCILLOS Y ME ESTÁ ABRAZANDO!!!!!!

No sé en qué preciso momento. Me desmayé a las garras del jodido dios griego sexy musculoso alias Brad.

***

-Stacy: ¿Se ha muerto?-dijo con voz chillona. Yo la oía cómo si estuviera a kilómetros de distancia.

Abrí los ojos y me encontré a Brad, mirándome preocupado y por suerte ya estaba vestido, y a Stacy con 

cara de decepción.

-Stacy: Uisshh casi!-dijo y se fue para no se donde. Me incorporé sentía un dolor de cabeza horroroso. 

Maldito desmayo.

-Brad: ¿Estás bien cielo?-preguntó con voz preocupada.

-Yo: Si Brad-murmuré y me agarré al reposabrazos del sofá.

-Brad: Creo que es mejor que vayamos al médico-propuso y me intentó levantar.

-Yo: ¡No!-exclamé y me miró confuso-No es necesario-murmuré.-Quizás ha sido una bajada de azúcar, o la presión, o anemia. Pero no es nada importante-me miró aún no muy convencido pero lo dejó pasar.

-Brad: Pero si te vuelves a sentir mareada o te desmayas iremos. ¿Sí?-dijo mientras acariciaba mi mejilla y asentí bobadamente mirándolo. –Bien-dijo y sonreí.

-Stacy: Bueno me voy-dijo mientras tenía de la mano al hombre de ayer. Y salió por la puerta dando un portazo detrás de sí.

-Yo: ¡Halleluya!-exclamé juntando los brazos y los alcé en forma de victoria –Juro que como vuelva a venir a follar, o me trae unos tapones para las orejas o simplemente no la vuelvo a dejar a entrar-gruñí y Brad sonrió divertido.

-Brad; Si señora-dijo como tal soldado del ejercito y puse los ojos en blanco.-Hoy tengo un combate de boxeo, ¿te gustaría venir a verme?-preguntó mientras se levantaba e iba hacía la cocina.

-Yo: ¿Contra quién?-pregunté siguiéndolo.

-Brad: Le llaman el rompe sesos-soltó una carcajada-Ja, ya veremos quien rompe los sesos a quién-dijo sin darle importancia y caminó hacia la nevera.

-Yo: Rompesesos?-casi lo tartamudeé-.

-Brad: Si-dijo y bebió a morro de la botella de plástico con el batido de chocolate. Para después cerrar la nevera y apoyarse en la encimera-Pero no te preocupes-dijo y hizo un gesto con la mano para restarle 

importancia.

-Yo: Vale-mentira. Estaba preocupada, ¿si le llaman rompesesos será por algo no?

-Brad: ¿Vendrás?-preguntó como si fuera un niño pequeño. ¿Quedarme en casa para preocuparme más o ir allí para de todas formas ver si o no le romperá los sesos?

-Yo: Voy, pero…¿no podrías no aceptar este combate?-pregunté esperando a que la respuesta fuera un sí.

-Brad: No-mierda-No, Sílvia es muy importante, abrá un entrenador de la real academia de boxeo de 

Londres. Y en este combate nos jugamos el puesto para ser el nuevo entrenador. Me gusta el gimnasio dónde estoy pero… entiendeme. El edificio está que se cae y no sé…-se encogió los hombros y caminó hacia la sala de estar mientras yo le seguía.

-Yo: ¿Vas a arriesgar tus sesos por un simple puesto de trabajo?-alcé una ceja.

-Brad: Hombre, si lo dices así suena idiota por mi parte-dijo algo molesto.

-Yo: Es que lo es y lo eres-gruñí y el chico suspiró.

-Brad: No me pasará nada amor-dijo y sostuvo mi barbilla entre sus manos mientras me miraba a los ojos-

No me pasará nada-repitió y asentí aún preocupada.

-Yo: Cómo le pasen algo a tus sesos…Yo personalmente me comeré los de ese hombre-dije seria y Brad rió.

-Brad: Adoro cuando te enfadas-hizo que nuestras narices se rozaran-Y cuando antes te has puesto tan nerviosa-susurró ahora en mi oreja. Mierda me había pillado.

-Yo: Tsé. Sólo estabas en calzoncillos-jodidamente sexy-Nada del otro mundo-respondí y solté una risita nerviosa. Doble mierda, ¡así no es creíble!

-Brad: Nada del otro mundo-repitió y puso una cara pensativa. Seguidamente se sacó la camiseta y se empezó a sacar los pantalones. ¿Pero que pepinos…?

-Yo: ¿Q-q-qué haces?-pregunté mientras este no paraba de quitarse los pantalones. No sé por qué ni si quiera lo paré yo. Simplemente no podía. No podía ni huir. ¡Mueve tu trasero Sílvia! Meeeeec. Sentido común está de vacaciones. Deje su mensaje después del piiiiiiiiiiiiiiip. Estoy jodida.

Genial. Se acabó de quitar los pantalones y se acercó a mí.

-Brad: A sí que por eso antes te has desmayado…-dijo divertido. Estúpido. No hace gracia.

-Yo: Mm…-tartamudeé-No tienes pruebas-¡AJÁ!- Se acercó a mí, mierda como me bese estando semi-

desnatado, hay, digo semi-desnudo. JAJAJAJAJJAJAJAJAJAJ SEMIDESNATADO JAJAJAJAJA YA. SÍLVIA. No me responsabilizaré de mis actos. Y de un momento a otro…me besó.

Mientras me seguía besando me empujó hacía la encimera y por unos segundos me agarró del trasero para subirme a esta. Oh-o. Whiston tenemos problemas. Se colocó entre mis piernas y pude sentir a su amigito. Por todas las lechugas del planeta…

Hizo un pequeño y jodidamente gruñido y me acercó más a él, gemí al sentir parte de su amigo allí abajo.

Se apartó por unos escasos segundos para mirarme a los ojos.

-Brad: Admite que te mueres por mis huesos- Jodido estúpido. Parecía un adolescente.

-Yo: Bésame idiota-conseguí decir con la respiración un poco irregular.

NARRA NIALL:

Abrí los ojos y me encontré con Anna profundamente dormida. Tenía una sonrisa en la cara, me preguntaría en qué estaría soñando. Deposité un beso en sus labios y me levanté. Quería prepararle el desayuno.

Bajé por las escaleras casi dando brincos, dos de mis mejores amigos se iban a casar. Y hoy Anna y yo hacíamos 8 meses juntos.  Ya tenía su regalo, y sabía que le iba a encantar.

Entré en la cocina y me puse a cocinar. Cuando de repente la ventana de la cocina se rompió por un golpe. Me agaché con miedo y me esperé a oír algún ruido. Pero nada. Me giré y vi una piedra con un papel.

Si no haces lo que te pido, tu novia se enterará de que la engañas.

Ven al almcén 43. A las 6 de la tarde. Te estaré esperando.

Att; Siempre tuya Niall.

Atrapé un fuet y salí corriendo hacía el jardín y ví a alguien que iba completamente vestido de negro. Por mi suerte le consegí atrapar. No podía venirme a asustar y largarse.

-Yo: ¡Tengo un arma!-ehem, técnicamente es un fuet-¡Identificate!-dije y me tiré encima de la persona y esta protestó.

-xx: ¡Suletame!-se quejó. Espera…esa voz…

-Yo: ¿Roxy?-pregunté totalmente confuso.

-Roxy: Si aparta-se quejó seriamente y yo me levanté pero le bloqueé el paso para que no pudiera escapar.

-Yo: ¿Por qué vienes a enviarme una amenaza?-pregunté aún confuso.

-Roxy: Lo siento Niall-dijo y empezó a llorar. ¿Pero qué pasaba?

-Yo: Eh ya está-acaricié su brazo y me miró apenada.

-Roxy: Si no lo hacía mi hermana…mi hermana…-sollozó y la abrazé. Lily era la culpable.

-Yo: ¿Qué hará tu hermana?-pregunté mientras esta seguía llorando.

-Roxy: Me quitará de la herencia de nuestros padres-murmuró. ¿Dinero?

-Yo: ¿Venías a mandarme una amenaza solo por tu parte de la herencia?-pregunté incrédulo. Era alucinante lo que la gente podía hacer por el simple dinero.

-Roxy: Lily es mi hermanastra, pero mi madre y yo antes vivíamos en la auntentica miseria. Hasta que mi madre se puso su mejor vestido y una noche conoció a mi padrastro y el padre de Lily y se enamoraron y se casaron. Ahora trabajan en una importante empresa y ganan millones al día. Yo…no quiero quedarme sin nada cómo antes, y cuando muera mi madre y yo no tenga nada estaré como al principio pero sin ella.  Lily con una llamada puede rebatarme la herencia-.

-Yo: ¿Y por qué no lo ha hecho antes?-.

-Roxy: Por qué no es tan fácil como parece, antes su padre a de dar el consentimiento y él me quiere cosa 

que a Lily le fastidia-murmuró.-Me está chantajeando con eso, y otra cosa que hice…-susurró.

-Yo: ¿Qué cosa?-pregunté, las cosas me empezaban a cuadrar. ¿Sería ella la de los mensajes de hace tiempo?

-Roxy: Robé una cantidad de dinero importante, nuestros padres pensaban que había sido un ladrón que accedió a la cuenta bancaria de estos pero fui yo. Lo invertí en una ONG y una asociación de animales abandonados-sollozó la chica.

-Yo: Pero es un buen gesto de tu parte-apoyé.

-Roxy: Solo Lily lo sabe y si mis padres se enteran…se enfadarán. Y no precisamente me castigarán sin salir-dijo y se apartó de mi agarre. Me miró y le pregunté una última cosa.

-Yo: ¿Pero qué tengo que ver yo con todo eso?-pregunté.

-Roxy: Se ha obsesionado contigo-se encogió los hombros y alcé una ceja.

-Yo: Tendrías que denunciarla Roxy-aconsejé.

-Roxy: No…-susurró asustada.

-Yo: Tendrías que hablar con tus padres-volví a aconsejar.

-Roxy: ¡Lily se chivaría!-exclamó aterrorizada.

-Yo: Pero es una buena causa…-razoné.

-Roxy: Ellos no lo entendrían-cruzó los brazos frustrada.

-Yo: El no ya lo tienes, ahora ves a por el sí-dije y sonrió por unos instantes.-Si no les dices nunca lo sabrás si lo entenderán o no-dije y asintió con la cabeza.-Roxy, inténtalo, razónalo con ellos. Sino, sería peor quedarte sin herencia. Aunque podrías trabajar…-dije y puso una mueca.

-Roxy: Yo nunca he trabajado-dijo y solté una carcajada.

-Yo: Me lo imaginaba, pero igualmente te iría bien sabes? No toda la vida has de ser una mantenida, ni tampoco has de depender de la herencia de tus padres-dije y asintió con la cabeza.

-Roxy: Tienes razón-murmuró-Le diré a mis padres hoy pero igualmente…ten cuidado con Lily, Niall-me advirtió.

-Yo: Lo tendré-dije y cuando me quise dar cuenta se había ido.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Esperaba que le fuera bien a Roxy.

***

-Anna: ¡Felicidades Nialler!-dijo mi chica toda contenta acabando de bajar de las escaleras.

-Yo: Felicidades princesa-dije y me puso sus brazos por la altura de mis hombros y me besó.

-Anna: Vámonos tengo una sorpresa para ti-dijo y reí al ver cómo salía prácticamente corriendo hacía la puerta de casa.

-Yo: Anna-dije y se giró.

-Anna: ¿Qué pasa?-preguntó sonriendo aún.

-Yo: ¿Irás en pijama?-pregunté mirándola de arriba abajo y esta sonrió tímidamente.

-Anna: Se me había olvidado-murmuró y subió corriendo las escaleras. Subí yo también ya que me había de cambiar.

***

Anna conducía mientras cantába canciones, y yo las cantaba con ella.

-Anna: That’s when I look at youuuuuu-dijo cantando un trozo de la canción ‘’When I look at you’’ de Miley Cyrus solté una carcajada. Me encantaba verla así de feliz.

-Yo: ¿Me vas a decir dónde vamos?-pregunté impaciente. Y la chica negó con la cabeza. Bufé frustrado.

Cuando llegamos sonreí. Me había traído al lugar de nuestra primera cita, cuando me escapé del instituto 

para prepararle un picnic. Al mismo parque. Del maletero sacó la cesta y el mantel y lo preparó todo ella.

Hice una llamada para que me trajeran el regalo para Anna.

Empezamos a comer, ya que al final no me había dado tiempo a prearar algo de desayunar y los dos estábamos hambrientos.

Uno de nuestros guardaspaldas llegó con el regalo me lo entregó y se fue por dónde había venido. Anna curiosa se levantó para verlo.

-Anna: ¿Qué es? ¿Qué es?-preguntó y yo reí mientras lo escondía dentrás mío.

-Yo: Ah…antes dame un beso-puse morritos y ella me besó dulcemente. Luego le entregé el regalo y lo abrió.

-Anna: ¡¡¡QUÉ MONADA!!!-exclamó abrazando al cachorro.

-Yo: Sé que te encantan los perros, y que te gustaría pasar más tiempo con Cloe pero… esta será nuestro-sonreí acariciando al cachorro.

-Anna: ¿Es chica?-preguntó y la perrita le lamió la cara. Anna y yo nos pusimos a reír.

-Yo: Sip, es perrita-dije y nos sentamos los dos en  la hierba.

-Anna: ¿Cómo te gustaría que se llamara?-preguntó mirándome y suspiré tumbándome mientras cruzaba mis brazos por debajo de la cabeza para apoyarme.

-Yo: Cómo quieras-dije.

-Anna: No sé…escoge tú-soltó una carcajada.

-Yo: Laika-propuse.

-Anna: Me gusta-opinó y sonreí orgulloso.- Pero más me gustas tú-se tumbó a mi lado y me besó mientras tenía a Laika abrazada a ella.

NARRA OIHANA:

Ayudé a Harry a salir del coche. Ya estábamos de vuelta a casa y cómo casi siempre no había nadie dentro de esta.

Cuando cerré la puerta me giré y ví a Harry caminar normal cómo siempre hasta un poco mejor hacía el salón.

-Yo: ¿No te habías torcido el pie verdad?-gruñí y oí una carcajada por parte de mi novio. Fui hasta dónde 

se encontraba.

-Harry: Adoro verte preocupada por mí-se encogió los hombros y hizo que sus zapatos volaran a alguna parte del salón.

-Yo: Cómo me la vuelvas a colar Styles…-advertí cruzando los brazos delante de mí.

-Harry: Qué?-preguntó con una sonrisa traviesa.

-Yo: No te gustaría saberlo-murmuré y caminé hacía el sofá para sentarme allí.

-Harry: Perro ladrador, poco mordedor-sabía que estaba rodando los ojos.

-Yo: ¿Me acabas de comparar con un perro?-dije incrédula.

-Harry: Un perro es mucho más tierno que tú-rio.

-Yo: Harry no me busques, porqué me vas a encontrar-gruñí entre dientes y me levanté del sofá para 

caminar hacia él.

-Harry: Quiero encontrarte-dijo mirándome a mis ojos y noté cómo temblaban mis piernas, para no caerme tuve la necesidad de apoyarme en un mueble del salón. ¿Cómo podía tener ese efecto en mí?

Esta vez fue él quien se acercó a mí caminando y me miró traviesamente.

De un momento a otro me estaba cargando cómo un saco de patatas.

¿Pero qué…?

-Yo: ¡Súletame!-exclamé dándole golpes en la espalda y oí un pequeño quejido de su parte.

-Harry: Pequeña estate quieta-se quejó mientras salía de casa.

-Yo: Harry Edward Styles Cox-gruñí.

-Harry: Dígame-soltó una carcajada y le aporreé la espalda.-Auch-se quejó y me dio una palmada en el 

trasero. Abrí los ojos como platos.

-Yo: ¿Me acabas de tocar el culo?-pregunté intentando que mi voz sonara neutral

-Harry: Eres mi novia-dijo simple y siguió caminando.

-Yo: Ya pero…-me callé. Tenía razón el jodido. Pero simplemente era extraño, llamarme paranoica.-Avísame antes-dije. No quería decir eso. Mierda, ¿qué me pasa?

-Harry: ¿Qué te avise?-preguntó confuso. –Es como si te tuviera que avisar para hacer el amor Pequeña, te voy a tirar a esa cama, te quitaré la ropa mientras tú me quites la mía y de un momento a otro te penetr…-le interrumpí.

-Yo: ¡CÁLLATE IMBÉCIL!-exclamé nervios y soltó una carcajada.

-Harry: Tienes tantos ovarios para unas cosas, y cuando hablamos del sexo eres una tímida-acarició dulcemente mis piernas y me sonrojé-¿A qué estás sonrojada?-preguntó.

Me bajó y me miró me volví a sonrojar. Agaché la cabeza y mordí mi labio inferior. Él me la levantó para que concentrara mi mirada con la suya.

-Yo: ¿Por qué me has traido aquí?-pregunté mirando. Estábamos en un descampado.

-Harry: Mira el cielo pequeña-murmuró alzando la cabeza. Y yo imité el gesto.

Vi un globo de los grandes, dónde montan las personas que se acercaba a nosotros. Y al rato aterrizó a escasos metros de nosotros. Harry habló con el que pilotaba eso y el hombre bajó dejándonos solos a 

Harry y a mí.

-Harry: ¿Subes?-preguntó sonriente y asentí con la cabeza nerviosa.

Subimos y el globo empezó a descender. Para ser sincera tenía miedo, más que nada por Harry ya que empezaba a tocar las cuerdas un poco a lo loco, cómo si no tuviera ni pésima idea de cómo va.

-Yo: Harry…-pregunté agarrándome fuerte a lo que no sabía que era exactamente-¿Seguro que sabes cómo va esto?-preguntó.

-Harry: Sip-dijo y no noté preocupación en su voz. Suspiré, era la primera vez que montaba en una cosa de esas.

Soltó lo que estaba haciendo y noté como no nos movíamos, estábamos parados en el aire.

Miré a nuestro alrededor, por lo lejos se veía la gran casa de los chicos, y alguna urbanización pija de los alrededores.

Me abrazó y hizo que nuestras narices se rozaran.

-Harry: ¿Te gusta?-preguntó.

-Yo: Me encanta-confesé.

Me besó y los dos sonreímos a mitad del beso.

-Harry: Cásate conmigo Oihana-me miró con sus preciosos ojos.

NARRA SÍLVIA:

Miré nerviosa a mi alrededor, tíos con cervezas en sus manos gritando que empezara ya el combate, había alguna que otra chica pero se veían más masculinas que algunos de los hombres de allí.

Brad me había conseguido sitio en la primera fila, faltaban apenas menos de 5 minutos para que empezara el combate con el rompesesos. Y la verdad, lo único que quería es que acabara de una maldita vez todo esto, y ni si quiera había empezado aún.

Miré el reloj colgado en la pared. Las 22;58 de la noche. Mordí mis uñas, acción que nunca había hecho antes, no me gustaba mordérmelas, pero si no lo hacía en ese momento entraría en pánico en cualquier 

momento.

Recordé nuestra pequeña salvaje mañana y me sonrojé yo misma. Sonreí nerviosamente a mi novio que ya estaba en el ring, se acercó a mí y me entregó unos guantes, los guantes que siempre usaba.

-Brad: Toma cariño, si pasa cualquier cosa quiero que te los quedes-dijo con voz neutral y intenté no morirme ahogada por mi misma saliva. ¿Si pasa cualquier cosa?

-Yo: ¿Qué pepinos puede pasar Brad?-Oh,oh. Los dos lo sabíamos perfectamente.-Si quieres conservar tu miembro, más vale que seas tú quien le rompes los sesos a esa cabeza de chorlito, sino lo haré yo personalmente-dije mosqueada-Cómo te pase algo te mato Brad-gruñí entre dientes y me sonrió divertidamente.-¡Pero no te rías imbécil!-exclamé y se agachó más para robarme un beso.

-Brad: Te amo-murmuró a escasos centímetros de mis labios y lo besé esta vez yo.

-Yo: Yo te amo más-susurré y se apartó de mí con una sonrisa en su rostro.

Y allí estaba yo, abrazada a unos guantes de boxeo. Rodeada de tíos/tías llenos de testosterona y rezando a dios para que Rompesesos, no le rompiera los sesos a mi novio.

***

Rompe alias Imbécil le dio un puñetazo en toda la mandíbula a Brad. Auch. Eso, tenía que doler. El protector de dientes de Brad salió volando por alguna parte de la muchedumbre de la gente.  

El árbitro paró un momento el combate, y rápidamente el entrenador personal de Brad (el que mandaba por encíma de él) fue hacía mi chico a entregarle otro protector. Brad dirigió su mirada ahora débil hacía dónde estaba yo y me sonrió como queriendo decir Aún estoy vivo. Mierda, le están dando la paliza de su vida y él solo debe pensar en un estúpido y mísero (bueno, no tan mísero, ya me entendéis) trabajo de los huevos.

-Árbitro: Última ronda-dijo con un micrófono en su mano y la campana volvió a sonar.

Jesús, Brad le tendría que dar bien ahora, porqué  ahora rompe lo podría dejar K.O. en cuestión de segundos.

Brad se acercó a mí como si estuviera escalando la misma montaña del Everest. Estaba realmente mal.

Rompe mientras Brad estaba distraído aprovechó para darle un puñetazo en toda la espalda. Él público se calló, o eso me pareció a mí. Pude oír el quejido de Brad y cómo apretó los dientes, se giró rápidamente y le dio en toda la cara a Rompesesos.

-Yo: ¡ESE ES MI SIMIO!-grité cómo una fanática adolescente en el concierto de sus ídolos-¡ESE ES MI CHICO!-rectifiqué un poco sonrojada. Aunque por los gritos de todo el mundo no sé si alguien me escuchó.

Rompe lo asesinó con la mirada, el cabrón tenía en sus manos asesinarle de diferentes formas. Y para el colmo Brad tranquilamente esta mañana me había dicho que allí habían muerto algunos chicos, pero que él no sería uno de ellos, que estuviera tranquila. ¡MIERDA! ¡TE ESTÁ ROMPIENDO POR MOMENTOS Y TU ME DICES ESO! Estúpido y sexy Brad.

Brad empezó a luchar de verdad, cómo había hecho al principio pero lo había dejado de hacer porqué rompe le empezó a atacar. Ahora había sacado fuerzas de no tengo ni la pésima idea, pero le estaba dando golpes bastante fuertes a Rompe, y este se quejaba.

Ví a mi alrededor un poco más a mi lado izquierdo a un hombre con un traje negro que apuntaba cosas en una libreta, creo que será el que está mirando cómo lucha Brad. Más le vale que consiga el maldito trabajo después de esto.

Mi chico empezó a darle fuertes golpes y alguno rompe lo esquivaba, hasta que Brad le dio al lado de su torso y este cayó plano al suelo. ¡TOMA TOMA PASTILLA DE GOMA!

Empecé a saltar de la alegría y Brad se abalanzó sobre él apretando la espalda del asesino contra el suelo mientras el árbitro contaba. Y no sé cómo ni cuando, Rompe se levantó y empotró a Brad contra el suelo poníendose de pie encíma de él. Mama mía. ¿Eso valia?

No, no, no.

Inhalé aire para llenar mis pulmones de este. Lo solté calmadamente y me subí al ring. Oí los murmullos de los tíos/tías pero Rompesesos estaba demasiado ocupado para darse cuenta que me había cabreado. Y mucho.

Le piqué la espalda y se giró. Madre mía. ¿Cómo puede ser tan alto y tan…ancho?

-Yo: Está bien, tienes 5 putos segundos para salir corriendo o sufrirás tu muerte-dije gruñiendo entre dientes, ¿por qué toda la gente que estaba allí se había callado? Cabrones eso no se hace.

Todos empezaron a reír y el rompesesos me miró con una sonrisa estampada en su estúpida cara.

-Yo: ¡No os riáis de mí!-exclamé cruzándome de brazos.

-Rompesesos: Este no es sitio para niñatas como tú-dijo y me apartó suavemente para que saliera del ring.

-Yo: ¿Perdona?-pregunté incrédula.

-Rompesesos: Ya me has oído nena-dijo, miré a Brad, se estaba levantando y me guiñó un ojo. Ajá. Misión; Distraer a esta cabeza de melón.

-Yo: No no te he oído-desafié y este se empezó a cabrear. Nota mental; no cabrear a un tipo el cuál llaman rompesesos, ¿SERÁ POR ALGO NO?.

-Rompesesos: Niñata no me cabrees-dijo y la simpatía con la que me había hablado desapareció.

-Yo: Chicos-dije al público y me giré por un instante.

Y todos me miraron.

-Yo: ¿Soy yo o este capullo sin cerebro me ha vuelto a llamar niñata?-pregunté y rápidamente le dí una patada en sus testículos. La gente murmuró un OUCH, general. Rompesesos se cubrió su parte dañada con sus manos y se puso de rodillas. –Rompe, te has equivocado de chica, encíma de llamarme niñata, has pegado a mi novio ¡SÓLO LO PEGO YO!-exclamé y me tiré encima de él, empezé a soltar puñetazos y patadas a lo loco hasta que noté que unos brazos me alzaban de lo que estaba haciendo.

-Yo: ¡SOLTARME! ¡LO MATARÉ! ¡QUE QUÉ QUÉ! ¡AHORA NO ROMPES NINGUN SESO EH? ¡COBARDE! ¡COBARDE! ¡COCOCOCOCOCO!-grité e imité a una gallina mientras me sacaban de allí. Ví cómo Brad le propinó alguna que otra ostia y Rompesesos acababa en el suelo. -¡ESE ES MI DIOS GRIEGO!-exclamé feliz.

Al fin y al cabo yo había acabado fuera del local, pero mi novio había ganado.

NARRA OIHANA:

No dije nada. Volvimos a casa después del corto paseo en globo. Quería casarme con Harry, ¡Por supuesto que quería! Pero era…demasiado pronto.

***

-Yo: Que no Harry, todavía no-bufé, aún el corazón me iba deprisa, muy deprisa. Harry Styles me había pedido matrimonio.

-Harry: Pero ¿Porque? Louis y Zayn se van a casar con sus novias- dijo haciendo un puchero. –si es por el anillo no te preocupes lo compramos mañana. – dijo arrodillándose y suplicando.

-Yo: Que no Harry, todavía no. – me senté en la cama.

-Harry: Si quieres también te hago un masaje en los pies – dijo ya sacándome los zapatos.

-Yo: Y dale. Que no Harry – dije pesadamente mientras me acababa de tu mbar en la cama.

-Harry: Valeeee....- hizo una pausa- Pero seguiré insistiendo. ¿Pero quieres casarte conmigo?

-Yo: Que no Harry todavía no.

-Harry: Pues tu hoy pillas - Dijo medio riendo desde el suelo todavía.

Se levantó y lo miré haciendo un puchero él me sonrió con una media sonrisa y se abalanzó sobre mí.

-Yo: No te puedes resistir a mis encantos-reí mientras nos seguíamos besando.

-Harry: A..¿qué tienes de eso?-preguntó mirándome confuso y le propiné una colleja.

-Yo: Tú sí que no pillas Styles-me hice la enfadada y di media vuelta para quedar estirada de espaldas hacía él.

-Harry: Prométeme que tendré el honor de llevarte al altar Harper-casi suplicó y me giré para sonreírle dulcemente.

-Yo: Claro que sí idiota-dije mientras me incorporaba y lo besaba. ¿Por qué a veces tenía que ser tan estúpido? Y otras tan…en fin, creo que me entendéis. –Este verano irémos a Canadá, y al final podrás 

conocer a mi familia-dije feliz.

-Harry: Me da miedo tu padre-confesó y solté una carcajada-¡No te rias!-protestó como si fuera un niño pequeño-Oihana, me ha amenazado de muerte varias veces-murmuró.

-Yo: Que son bromas de él-.

-Harry: Ya, pero tiene una colección de escopetas, que quieres que te diga, a mi eso me acojona-empezé a reírme. -¡No te rias!-se abalanzó sobre mí y apoyó su frente con la mía.

-Yo: Nunca dejaría que te pasara nada Harry-sonreí y sonrió.

-Harry: Yo menos-y me besó. Hundió su cabeza en el espacio de mi cuello y mi mandíbula.

Allí empezó a lamer y succionar. Mientras con sus manos acariciaba mi espalda y yo me pegaba más a él.

Se apartó y me miró con una sonrisa satisfecha.

-Yo: No me lo puedo creer-murmuré tocando la zona dónde me había marcado-¿Me has marcado Styles?-pregunté y sonrió traviesamente.

-Harry: Eres solo mía-dijo y me tiré encima de él literalmente para hacerle lo mismo.

-Yo: Eres un maldito adolescente-susurré y noté su respiración entrecorada.

-Harry: Pero me adoras-susurró de vuelta.

-Yo: Demasiado-admití.

NARRA LOUIS:

Dejé los platos en la cocina, Alex y yo habíamos cenado juntos en su piso, cómo últimamente hacíamos.

Fui a la habitación de mi prometida y ví la luz del baño abierta, piqué y ella me dejó entrar.

-Yo: ¿Dónde quieres que nos casemos?-pregunté mientras depositaba un beso en su hombro y nos mirábamos a través del cristal, ella se estaba peinando su cabello.

-Alex: No importa dónde, cuándo es contigo-susurró y sonreí.

-Yo: Lo sé-dije orgulloso y Alex soltó una carcajada.

-Alex: Pero, mm… ya lo pensaremos-dijo y dejó el cepillo en su sitio. Se giró y me besó cortadamente los 

labios-Aún hay tiempo Tomlinson-,

-Yo: No puedo esperar Baker-susurré esta vez yo.

Alex bajó su mirada para mirar a su anillo y los dos sonreímos.

-Alex: Yo tampoco, pero quiero que sea la mejor boda del mundo, con el mejor hombre del mundo-besó mi mejilla y fuimos a la habitación.

-Yo: ¿Y quién es el afortunado?-pregunté inocentemente.

-Alex: Mm…se llama Louis-dijo siguiéndome el juego mientras se acercaba a mí.

-Yo: ¿Qué más?-pregunté mientras yo también me acercaba a ella.

-Alex: Louis, Louis Tomlinson-.

-Yo: ¿Y qué tiene de especial para ser el mejor hombre del mundo?-pregunté alzando una ceja y ella rio.

-Alex: Todo, lo amo-admitió y de un saltó enrolló sus piernas en mi cintura.

-Yo: Yo te amo más-dije sacándole su camiseta. Dios, nunca me cansaría de ella.

Ella se la volvió a poner. ¿Eh?

-Alex: Quieto fiera-mordió mi labio inferior y de un empujón nos tiró a los dos en la cama.

Mierda, maldito amiguito. ¿No puedes estarte quietecito?

Alex lo notó y se pegó más a mí, esta chica me iba a volver loco.

Ella empezó a quitarme toda mi ropa, pero no me dejaba quitar la suya. Solté un pequeño gruñido/gemido  cuando empezó a sacar mis boxers.

-Alex: Ya puedes-susurró con voz malditamente sexy.

Y sin más rodeos, quité toda su ropa, para hacerla mía. Tenía muchas ganas de casarme con ella, para 

llamarla oficialmente, Señora Tomlinson.