52. Close your eyes.

¡Holaaaaaaaaa!

7 de cada 6 personas tienen problemas con las matemáticas.


                                                      

x'D Vaale ya esta, ya esta jeje^.^



JAJÁ okno.:'') En todo caso yo soy la amiga que pide ayuda jojojo

Aquí os dejo el capítulo:))

NARRA LOUIS:

Sonreí al ver la ropa que llevaba Alexandra, la cual era un vestido azul no muy formal, más bien informal pero era bonito, y le quedaba muy bien. Lo había escogido yo, esa prenda y algunas más compramos el otro día en la tienda. De toda la que había escogido nos llevamos la mitad, y por qué yo la obligué, ella se negaba a que yo pagara, pero al final me dejó pagarlo todo y nos llevamos la mitad de las cosas, yo también me compré alguna prenda, que había escogido ella y hoy tenía puesta la camiseta de la zanahoria.

-Yo: No es justo-le dije a Alex, ya que la tenía sentada a mi lado en la cafetería dónde habíamos entrado.

-Alex: ¿El qué?-preguntó confusa y dando un sorbo a su café.

-Yo: Has visto cómo babean todos?-dije mirando a algunos empleados de la  cafetería y clientes.

-Alex: Louis, por favor solo es un vestido, y no solo me miran a mí, ves esa?-dijo señalando disimuladamente a la cocinera de detrás de la barra –No deja de babear contigo-y era cierto, me estaba mirando de una forma como si me desnudara con la mirada y señora seguramente ronaba los 50 y pico años. –Así que estamos en paz-me guiñó un ojo mirándome.

-Yo: Bueno, pero cómo se acerquen…-.

-Alex: ¿Te vas a poner en plan novio celoso?-preguntó divertida.

-Yo: No, pero si hace falta sí-respondí firme y ella rio.

-Alex: Me encanta que te enfades-chinchó ella.

-Yo: Jhhmmm-bromeé.

Acabamos nuestros respectivos cafés y Zayn se ofreció a pagar la cuenta, estaba de muy buen humor, se ve que había vuelto con Carolina. Fui un momento al baño y me encontré de cara a la señora que había dicho antes Alex.

-Señora: Toma guapo-dijo ofreciéndome un papel dónde observé que estaba su número apuntado. –Me llamo Marilyn-dijo acercándose a mí.-Podríamos quedar en el cine o algo-dijo mirándome de arriba abajo y mordiéndose el labio lleno de pintalabios rojo que se había puesto, ya que antes no lo llevaba.

Reí nerviosamente mientras buscaba con la mirada a Alex, que esta se encontraba en la puerta de la salida descojonándose de la situación en la que estaba.

-Yo: Oh…Hola, Marilyn-le dije y cogí el papel y caminé un poco, esto resultaba bastante incómodo. –Si bueno no se-respondí raro.

-Marilyn: Nos vemos-y me agarró con una mano todo el trasero. ¿Espera, qué?, caminé más 

rápido y salí de allí súper avergonzado. Tampoco quería empezar a gritar a una pobre señora.

Todos estaban caminando y hablando y Alex estaba apoyada en la pared y sonrió divertidamente al verme.

-Yo: Ja,ja -ironicé-.

-Alex: Oh vamos no ha sido para tanto-dijo quitándole importancia.

-Yo: No que va-suspiré y empecé a caminar.

-Alex: Pero no te enfades!-rio otra vez.

-Yo: Pues no te rías-respondí intentando evitar una sonrisa.

-Alex: ¿Sabes lo más gracioso de todo?-preguntó ya en mi lado.

-Yo: Dime, por qué yo no lo sé-respondí.

-Alex: Era mi tía vive aquí en Boston-y se echó a reír aún más, pues vaya incómoda y casualidad situación.

NARRA OIHANA:

La 1:30 de la madrugada y no me puedo dormir, genial Oihana, genial. Me levanté de la cama y alcancé mi móvil, lo desbloqueé y me puse en el WhatsApp. Para ver si aunque fuera a esta hora, habría alguien conectado, esperando a que ese alguien fuera Harry. Cuando fui a abrirle chat él ya me había hablado, bien, pensé.

-Harry: ¿No es un poco tarde para que estés conectada pqña? :P-escribió.

-Yo: Mira quien habla ;) –respondí. –No puedo dormirL-me quejé.

Y cuando me quise dar cuenta tenía a alguien llamando a mi puerta dando flojos golpes pero se escuchaban perfectamente. Fui a abrir y me encontré a mi chico con rizos, solo con unos pantalones de pijama y nada arriba. Me concentré en su torso desnudo sin darme cuenta Oh god dije mentalmente para mí misma. Lo había visto pocas veces sin camiseta pero…no sé, ahora con sus rizos despeinados, descalzo y mirándome pícaramente pues…era algo nuevo, no sé cómo decirlo.

Se acercó bruscamente a mí, y me empezó a besar de una manera bastante salvaje, no entendía el motivo, bueno simplemente ahora mismo no podía pensar en algún motivo. Cerró la puerta metíendose en mi habitación y empezamos a caminar o a dar pasos largos hacía la cama. Espera, espera, espera. No puedo dormirL . ¿Enserio Harry? Como haya entendido eso cómo si lo digiera para…Definitivamente este hombre  es un pervertido.

Me separé de repente de él y me miró confuso pero a la vez divertido. Observé cómo se mordía el labio con intención de provocarme, no, tus juegecitos no funcionarán conmigo.

-Yo: Estás enfermo-reí apartándolo de encima mío, cosa que no pude hacer.

-Harry: ¿Por?-preguntó repitiendo el gesto del labio con el que me volvía más loca de lo habitual.

-Yo: ¿Enserio pensabas que quería…?-dije tímidamente pero a la vez riendo.

-Harry: A estas horas…-besó mi cuello –Diciéndome-se acercó a mi mandíbula-Que –susurró contra mi oreja –No puedes dormir-dijo otra vez sobre mi cuello, -No sé qué quieres que piense-dijo encogiéndose los hombros y sonriendo. Ahora parecía adorable, no si lo es, pero aparte es un maldito pervertido.

-Yo: Anda, a la cama-dije riendo y empujándole esta vez cayó en el suelo de madera de la habitación.

-Harry: Yo tampoco puedo dormir-se quejó cruzándose los brazos.

-Yo: Pero mañana no tenéis algo que hacer?-pregunté, por qué luego no le despertaría nadie si no durmiera.

-Harry: Nop, por la noche vamos a un programa de la televisión pero nada más-se levantó y 

se sentó en mi cama –Así que puedo estar despierto toooda la noche-dijo acercándose a mí.

-Yo: Ah-dije intentando parecer distraída y cogí un libro que tenía encima de mi mesita para ponerme a leer, quería estar con Harry, pero ahora me resultaba incómodo.

-Harry: ¿Te vas a poner a leer a estas horas?-preguntó bajando el libro con su mano para que le prestara atención a él.

-Yo: ¿Sí?-pregunté  y respondí al mismo tiempo, elevando otra vez el libro.

-Harry: Vale-respondió, sonrió y se fue al baño.

Qué raro que no haya protestado pensé. A los pocos minutos salió, no lo miré y seguí leyendo, aunque no me enteraba de qué estaba leyendo, ahora estaba más concentrado en el chico que se estiraba en mi cama, mientras se tapaba con la manta.

-Harry: Me quedaré aquí mirándote-dijo firme y apoyando su cabeza en una de sus manos, mientras el codo aguantaba el peso de su cabeza, mirándome.

Incómodo eso es lo que era, notaba su mirada puesta en mí en cada pequeño movimiento que daba. No me atrevía a mirarle, me intimidaba pero a la vez me gustaba. ¿Por qué estoy tan confusa? Se debe estar aburriendo, y yo aquí con un libro el cual ahora no me acuerdo ni del título, y unas ganas de besarlo tremendas.

Rompió el silencio.

-Harry: ¿Y de qué va el libro?-preguntó acercándose un poco a mí, mierda. La pregunta del millón ¡Y yo que sé de qué va el maldito libro!

-Yo: Ehem de misterio-sí, solo sabía eso.

-Harry: Ahh…-dijo acercándose más a mí y esta vez me aparté un poco de él yo, él se volvió a acercar y yo me aparté más, otra vez, hasta que caí en el suelo.

-Harry: Estás bien?-dijo asomándose desde el suelo a la cama.

-Yo: Mm si-respondí levantándome rápidamente del suelo, una vez levantada me metí dentro de la cama.

Sentí una pierna rozando la mía, yo iba en pantalones cortos de pijama. Pero la otra pierna no llevaba ninguna prenda. Harry…llevaba pantalones, ¿por qué ahora no lleva pantalones? 

Quizás se los había quitado en el baño, pero al no mirarlo no me di ni cuenta. Mierda, no sé 

por qué se los ha quitado ni tampoco lo quiero saber, solo rezo para que nos sea tan enfermo de haberse quitado su ropa interior también.

Aparté mi pierna que aún rozaba la suya y él se volvió a acercar a mí, y yo me volví a apartar.

-Harry: ¿Quieres acabar en el suelo otra vez?-preguntó riendo.

-Yo: No-respondí agachando la cabeza-Pero distancia Harry-lo aparté de mi.

-Harry: Distancia-repitió imitando mi voz en forma de burla.

-Yo: ¡Oye!-.

-Harry: ¡Oigo!-.

-Yo: Serás tonto-le di un golpe en el brazo. Y él se limitó a reír.

-Harry: Venga va vamos a dormir-me arrebató el libro y lo cerró, seguidamente lo depositó 

encima de la mesilla como estaba antes de que yo lo hubiera cogido, Harry se giró para volverme a mirar me sonrió dulcemente y apagó la luz.

Se tumbó bien y yo hice lo mismo. Puso sus manos en mi cadera abrazándome y no me negué, me gustaba, bueno me encantaba que me abrazara.

Apoyó su cabeza en mi hombro, giró su cara y besó mi mejilla.

-Harry: Buenas noches pequeña-dijo bostezando.

-Yo: Buenas noches Harry-suspiré confortada mente.

***

Abrí los ojos al notar una respiración contra mi nuca, me moví limitadamente y quien me estaba abrazando gruñó y me agarró más fuerte contra su torso. Sonreí al acordarme, había dormido con Harry. Giré mi cabeza para observarlo, parecía tan inocente durmiendo…

                                         

Besé cortadamente sus labios y conseguí levantarme para ir al baño. Al salir seguía durmiendo cómo lo había dejado minutos atrás.

NARRA CAROLINA:

Fui a la cocina y me encontré a Anna con mis padres preparando el desayuno, tortitas con sirope de chocolate, mi preferido, aspiré el olor de estos profundamente, ya que no sabía cuándo lo volvería a comer, o simplemente cuando volvería a despertar en alguna casa y no en un hospital.

-Yo: Buenos días-intenté decir animadamente, de verdad que lo intentaba pero no me quitaba de la cabeza que hoy, a las 12 de la mañana tendría que ir al hospital.

Se giraron y me sonrieron, mi madre vino casi corriendo a mí y me besó cariñosamente, luego mi padre me estrechó. Me molestaba un poco que solo hicieran esto en ocaciones especiales que digo yo. Casi siempre trabajaban me he criado con mi niñera y casi con ellos no. Era Kelly la que se quedaba a mi lado en las quimioterapias. Y no mis padres por qué su trabajo era ‘’más importante’’. Sabía que era importante, pero era su hija. Ellos solo vinieron la primera vez, y alguna por el medio y la última. Y por si fuera el colmo mi padre vino tarde el día de la operación.

-Mamá: Anna se ha ofrecido llevarte al hospital, lo sentimos cariño pero no podemos ir, ya sabes que nuestro trab-dijo diciéndome el mismo estúpido discurso que me decía cuando no podía hacer cosas conmigo.

-Yo: Por qué vuestro trabajo es muy importante-repetí pesadamente y haciendo una mueca.

-Papá: Luego te llamaremos, te queremos cariño-besó mi cabeza y cogió el maletín.

-Yo: ¿Ya os váis?-pregunté mirando a mi madre que cogía su bolso.

-Mamá: Si, lo siento llegamos tarde-dio un sorbo a su café con leche y salieron disparados despidiéndose de nosotras dos.

Genial.

-Anna: Lo siento Carol, debe ser duro, pero yo no te dejaré colgada, vaya coja o me falte un brazo, estaré a tu lado-me consoló mi amiga.

-Carol: Gracias, sé que puedo contar contigo.

Comimos tranquilamente, y Anna me intentaba animar. Zayn me enviaba mensajes cariñosos y estos me hacían estar feliz, pero no sin dejar de preocuparme por lo que pasaría dentro de pocas horas.

Ayer ya hicimos la pequeña maleta, no muchas cosas ya que la ropa no me la podré poner. Mi cepillo de dientes, el del pelo, la pasta de dientes etc…

Rápido pasó el tiempo, por qué ya nos encontrábamos dentro del hospital, una enfermera bastante simpática por suerte, nos acompañó a la que sería mi habitación, era un pasillo nuevo, en este no había estado, pero la habitación era bastante amplia, moderna y bonita al mismo tiempo. Me gustaba.

-Anna: ¡¿Has visto las vistas que tienes aquí?!-preguntó corriendo y cojeando yendo hacia la ventana.

Algo bueno había de tener pensé.

-Yo: Si, son muy bonitas-dije a mi amiga y esta me sonrió.

Depositó su pequeña mochila en el suelo y se sentó en la cama.

-Yo: Bueno ahora a esperar-dije sentándome yo también en la cama.

-Anna: ¿Jugamos a las cartas?-preguntó depositando una baraja de cartas sobre la cama –Las he traído yo, y muchos juegos más-dijo animadamente, sabía que no le gustaba verme así de apagada pero ella solo me quería animar, y le agradecía mucho.

-Yo: Vale-dije esbozando una media sonrisa.

El rato pasó, comimos y por la tarde a eso de las 18 vino una enfermera y me dijo que ya era la hora. Suena como si fuera la hora de morir tal cómo lo he dicho, pero bueno quizás lo recuerde cómo una tortura de dolor.

Cogí el móvil para darle un vistazo antes de ir a la sala de las quimioterapias. Zayn me había enviado un mensaje sonreí ya antes de abrirlo.

De: Zayn Para: Bad Girl

Te quiero, espero que lleves puesta mi pulsera, por qué yo sí que la llevo puesta :P Ahh.. y tengo una pequeña sorpresa, pero prefiero hazerte sufrir:D Jajaj. Se fuerte bad girl <3.

Reí y apagué mi móvil, claro que llevaba la pulsera, no me la había quitado desde que me la dio a pesar de nuestra pequeña ruptura no fui capaz.

***

Me encontraba estirada en la cama, con los malditos tubos y unas ganas de vomitar tremendas, no sabía cuánto había vomitado, pero Anna me sujetaba el pelo y me consolaba. No sabía cómo llevar la situación pero lo estaba haciendo bastante bien. Ahora estaba un poco más relajada aunque seguía mareándome y Anna estaba a mi lado de la cama sentada en una silla.

-Anna: Una vez, en Barcelona, vi una serie-empezó a comentar –Algunos de los protagonistas, tenían cáncer, y bueno, uno hacía cómo una especie de juego, que era cerrar los ojos, mientras estaba en la quimioterapia, y imaginar dónde le gustaría estar. No quiero jugar a ese juego por qué me parece una copia. Pero sí que te voy a recomendar que no pienses que estás aquí, deja tu mente en blanco, evita esto. Cierra los ojos.

Hice caso a mi amiga.

Cerré los ojos y no pensé en nada, dejé mi mente en blanco. Se podía decir que estaba relajada. Por momentos no notaba mi mareo. Sentí pequeñas voces pero no abrí los ojos. 

Quería relajarme, huir de esto.

-Sorpresa-dijo una voz masculina en mi oreja.

Me sobresalté un poco cosa que hizo marearme, abrí los ojos para encontrarme con esos ojos marrones, que en pocos días había echado tanto de menos.

-Zayn-dije con un hilo de voz y sin querer una lágrima de felicidad y de dolor invadió mis ojos.