T.2. Capítulo 7: Sorpresa

NARRA SÍLVIA:

-Yo: ¡PERO TU ERES UNA HIJA DE LA GRAN PUTA!-grité y me tiré encima de ella para tirarle de los pelos, se iba a enterar.

-Stacy: ¡AAAAAAAAAAAH!-chilló mientras se defendía agitando las manos en un intento para arañarme con sus  uñas largas y de color rosa.

Estábamos en el suelo luchando mientras hacíamos la croqueta o algo por el estilo, dios cómo la odiaba. 

Hasta que alguien me agarró y me alzó para cargarme como un saco de patatas.

-Yo: ¡Suéltame seas quien seás!-manifesté dándole golpes en la espalda con mis puños.

-Brad:¡Me haces daño!-exclamó este caminando hacia Stacy.

-Stacy: ¡Me ha pegado Brad!-dijo y lo abrazó por delante mientras empujaba mis piernas para que me cayera.

-Yo: ¡Pero no me tires inútil!-protesté. Nos calmamos un poco y Brad se sentó en el sofá, cada una a su lado.

-Brad: Haber, ¿qué ha pasado?-preguntó cansadamente y agitó su pelo.

-Stacy  y yo: ¡HA EMPEZADO ELLA!-gritamos sentándonos un poco inclinadas para verlo a él y este 

frunció el ceño.

-Brad: Mira, aquí todos sabemos quién a empezado-nos dijo a las dos y seguidamente me miró a mí, agaché la cabeza un poco avergonzada-Pero,-continuó-También sabemos porqué Sílvia ha empezado-miró a Stacy esta vez y esta se miró las uñas nerviosamente.

-Stacy: Esos dibujos eran una mierda-dijo mientras jugaba con una de sus pulseras de oro falso.

-Yo: AHÁ!-chillé –¡Lo has hecho tú!-exclamé, sabía perfectamente que había sido ella, pero igualmente no iba mal que saliera de su estúpida boca. -¿Por qué mierdas lo has hecho?-dije ahora con voz rota, me había dolido, la miré y miré a Brad -¿Y tú dónde mierdas has estado durante todo el día? Te necesitaba, y no estabas…-susurré, miré al suelo y caminé hasta mi habitación. La cerré de un débil portazo, ya que aparte de estar cansada, por este pequeño incidente, no tenía fuerzas dentro de mí para seguir luchando. 

Me tiré en la cama y oí los gritos de Stacy y Brad.

-Brad: ¿Por qué Stacy?-preguntó enfadado. Nunca lo había visto así.

-Stacy: Son una mierda-repitió cómo me había dicho a mi minutos antes.

-Brad: ¡NO! ¡No lo son!-protestó-Mira, ¿ya está bien no crees?, deja de insultarla en su cara, de coquetear 

conmigo mientras ella esté delante, y de hacer cosas que no nos gustan a ninguno de los dos! Pase de que 

seas el padre de nuestro casero, y pase de que seas mi ex novia, pero lo nuestro terminó ¿lo entiendes? TER-MI-NÓ. Estoy harto Stacy, ¿por qué le has hecho eso? Era su ilusión, era nuestra ilusión, y por ser una estúpida niñata le has arruinado. ¿A ti que te importa si participa en un concurso o deja de participar? Quiero a Sílvia, no a ti. Y si no te vas de esta casa, ya nos iremos Sílvia y yo, no quiero que nuestro casero sea tu padre, ya que te podrás presentar cuando quieras con todo el derecho del mundo, pero para entonces, nosotros no estaremos-declaró y oí cómo se acercaba. Mierda.

-Brad: Amor abre la puerta-pidió dándo leves golpes en la puerta.

Me levanté arrastrando los pies por el frío suelo de madera de mi habitación y delante de la puerta suspiré y abrí la puerta.

-Brad: Cucut-dijo con una sonrisa y no pude evitar sonreír con una pequeña sonrisa.-¿Puedo pasar?-preguntó y oímos el portazo de casa, Stacy se había ido.

Asentí con la cabeza y me aparté para dejarle entrar, cerré silenciosamente la puerta y avanzamos para sentarnos en mi cama.

-Brad: Perdón por no estar contigo hoy-dijo y cogió una de mis manos para entrelazarla con la suya.

-Yo: No importa-murmuré. Si, si me importaba, mi diosa interior estaba de brazos cruzados y con el ceño fruncido mientras decía ‘Hm.’

-Brad: Si importa ¿verdad?-preguntó mientras me miraba. Cómo me conocía.

-Yo: Si…-murmuré otra vez-

-Brad: Tenía razones-dijo feliz ¿Eh? ¿Qué me he perdido?

-Yo: ¿Cuáles? Si no són que nos ha tocado la lotería ya te puedes ir por dónde has venido-bromeé, una de las cosas que habíamos empezado a hacer juntos era la lotería, sip, quizás parecía algo de viejos, pero oye, si toca toca.

-Brad: ¿Crees que no me hubiera fugado?-alzó una ceja y yo rodé los ojos.

-Yo: ¿Cuáles?-repetí.

-Brad: Espera ahora vuelvo-asentí con la cabeza y salió de la habitación. Volvió con un pase o una tarjeta.

‘’Sería un auténtico placer, que viniera a recoger su premio en primer puesto en nuestro concurso, sus dibujos son espectaculares, felicidades y siga así’’ Y abajo salía la dirección. Pestañeé incrédula y volví a leérmelo.

-Yo: No será lo que estoy pensando-susurré mirando a Brad con los ojos abiertos cómo platos.

-Brad: Has ganado-sonrió de oreja a oreja y me abrazó. Tardé en reaccionar pero lo seguí abrazando.

NARRA ANNA:

-Yo: No, Niall así no-reí y volví a coger algodón y el quitaesmalte.

-Niall: Esto es imposible-bufó frustrado. -¿Cómo no os salís de la uña?-preguntó arrugando la frente.

-Yo: Años de práctica-le giñé un ojo y este me sacó la lengua, solté una carcajada.

-Niall: Lo he intentado con todas las uñas y con todas me he salido-murmuró.

-Yo: Pero al menos lo has intentado-animé sonriéndolo y me sonrió de vuelta.

-Niall: Si-admitió ahora con orgullo.

Me acabé de pintar las uñas. Era domingo por la noche y no sabíamos que hacer.

Oímos a alguien entrar por la puerta.

-Niall: Hola Liam-dijo contento mientras Liam entraba en el comedor con una sonrisa de enamorado. 

Uoh, espera, ¿qué me he perdido? Me levanté de un salto y lo empezé a olfatear.

-Yo: ¡Huele a colonia de chica!-acusé y Nialler se levantó para que él y yo empezaramos con el interrogatorio.

Liam nos miró asustados pero no ocultó su alegría.

-Yo: ¿Nombre?-pregunté.

-Liam: Amy –dijo y sonrió.

Niall y yo asentimos.

-Niall: ¿Directioner?-el otro afirmó con la cabeza.

Tras otras preguntas un poco agobiantes para Liam, lo dejamos ir a su habitación, decía que estaba 

cansado y necesitaba dormir.

-Niall: ¿Ya tienes vestido?-preguntó refiriéndose al baile de graduación, el cuál me había pedido días antes ir con él.

-Yo: Si-dije y asentí con la cabeza. Él sonrió

-Niall: No me dejarás verlo verdad?-dijo tristemente.

-Yo: No-besé su mejilla y me fui rumbo a la cocina.

-Niall: ¿Me harás esperar hasta el Miércoles?-preguntó siguiéndome mientras hacía un puchero.

-Yo: Si-respondí riendo.

-Niall: ¿Por qué dices monosílabos?-preguntó arrugando su nariz.

-Yo:  No sé-reí y me dirigí a la nevera-¿Qué quieres para cenar?-me giré y lo ví apoyado en la encimera de la cocina.

-Niall: Tengo hambre-se quejó mientras sacaba su labio inferior.

-Yo: Ya lo sé, pero ¿Qué quieres?-pregunté y le sonreí, el me miró pervertidamente cómo solo hace en la 

cama. Oh Nialler.

-Niall: A ti-confesó y se acercó lentamente.

Hasta que me atrapó entre sus brazos.

-Niall: Pero podemos pedir una pizza-sonrió alegremente.

-Yo: De acuerdo comilón-rocé nuestras narices y sonrió.

NARRA ROXY:

-Lily: ¡Hace días que tenía que estar Niall aquí en casa!-protestó mi hermana entrando en mi habitación 

mientras hacía los ejercicios de biología.

Me sobresalté y la miré asustada.

-Lily: ¿Se puede saber a que juegas hermanita?-alzó la ceja enfadada.

-Roxy: Fui a casa de ellos cómo me pediste-me levanté de la silla giratoria.

-Lily: ¿Y qué hiciste allí?-preguntó sobresaltada.

-Yo: Nada-murmuré y oí cómo gruñía. ¿Es una persona o un lobo?.

-Lily: ¡Por tu culpa no ha venido!-se quejó gritando cómo una histérica. Diós mío, necesitaba ir a un 

psicólogo y rápido.

-Yo: ¡Déjalo vivir su vida Lily!-exclamé frustrada.

-Lily: Lo has destrozado todo-me acusó y rompió un jarrón que construí cuando tenía 5 años.

-Yo: ¿Pero qué haces?-pregunté recogiendo los pedacitos del jarrón ya roto.

-Lily: Si no haces lo que quiero, contaré tu secreto Lily-me amenazó apúntandome con el dedo índice mientras arrugaba sus ojos mirándome.

-Yo: ¡No puedes hacer eso!-protesté.

-Lily: Oh cariño, créeme que lo puedo hacer-sin decir nada más se fue de forma calmada fuera de mi habitación.

Suspiré frustrada. Y seguí recogiendo los pedacitos de mi jarrón roto. Solo pido que Niall y Anna tengan cuidado.

NARRA OIHANA:

Martes, día de instituto mañana es el baile de graduación y el zoquete de Harry aún no me lo ha pedido. Yep, quizás suena ridículo, pero me hace ilusión que me lo pida. Fui a mi taquilla a por mis libros, llegaba tarde a la clase de química, y precisamente el profesor no era muy amable.

La abrí y cuando la cerré Harry apareció de repente.

-Yo: ¡Pero que susto!-exclamé y le aporré con el libro de química.

-Harry: ¡Eh!-se quejó majeándose la zona adolorida.

-Yo: No vuelvas a hacer eso-me quejé y asintió con la cabeza sonriendo de una manera divertida.-¿No 

tendrías que estar en clase?-pregunté mirando por el pasillo, todos los alumnos ya estaban en sus respectivas aulas.

-Harry: ¿Hacemos pellas?-preguntó con una de sus sonrisas pícaras.

-Yo: No-dije y lo aparté de mi camino, me agarró de la muñeca y me empotró contra las taquillas.

-Harry: Si-dijo y empezó a besar mi cuello, me estremecí y puse una mano en su musculoso pecho para apartarlo.

-Yo: No-volví a decirle.

Este hizo un puchero.

-Yo: Harry llego tarde-me quejé mirando mi reloj.

-Harry: Al menos dame un beso-puso morritos y lo besé dulcemente, sonrió y me giré.-Adios nena-me giré y me guiñó un ojo.

A veces podía ser tan…¿Harry? No lo sé la verdad.

Seguí caminando con los libros abrazados a mí por el largo pasillo del instituto. En Canadá era más 

acogedor el instituto, pero no me quejo de este para nada.

Pasé por delante del aula de música y la profesora Margaret salió con un follón de papeles en sus manos.

-Yo: ¿La ayudo señora Margaret?-pregunté, total, ya llegaba tarde.

-Margaret: Oh si gracias señorita Harper-me agradeció mientras yo le ayudaba a llevar la carga.-Mañana 

es el baile de graduación, y algunos alumnos ya lo tienen todo preparado el gimnasio y todo, pero 

tenemos un espacio y no sabemos cómo llenarlo-suspiró mientras apartaba con un movimiento de cabeza su pelo desordenado y rizado de color gris debido a los años que tenía. Me caía bien esa profesora.

-Yo: Ah, ¿y si el instituto contrata a alguna banda?-pregunté.

-Margaret: Lo otro són todo bandas, casi y algun alumno que ha preparado chistes. Pero teníamos una banda The Vamps, se llaman, pero no podrán asistir y cuando he llamado a otros, nos decían que para 

mañana es muy puntual…Oh esta juventud, no saben lo que es  trabajar duro en el mundo de la música.

-Yo: Eh…¿Y los chicos?-ambas sabemos que me refería a One Direction.

-Margaret: Sí, sí, si ellos ya me han dicho que sí-entramos en el departamento de música y dejamos los papeles allí-Muchas gracias señorita Harper-agradeció mi ayuda.

-Yo: No las dé Margaret-sonreí. Me giré para salir de allí.

-Margaret: Harper-me llamó y me giré –T u sabes cantar-me miró pensativamente.

-Yo: ¡No!-exclamé y se asustó. –Perdón, digo-aclaré mi garganta –No-.

-Margaret: En clase te he oído cantar-se puso las gafas de cerca.-Tú podrías…-dejó la pregunta en el aire.

-Yo: Yo no soy cantante, ni si quiera actuo en una banda-murmuré jugando con mis pies.

-Margaret: Porfavor-se puso de rodillas. ¿Una profesora pidiendo a una alumna algo de rodillas ¿A caso no sería al revés? Sacudí mi cabeza para alejarme de mis pensamientos.

-Yo: Lo siento, de verdad pero no puedo hacer eso, y además mañana...-suspiré-No, no,no…-

-Margaret: Contaría para positivo en la nota!-exclamó para intento de que yo acabara accediendo.-En el examen ha sacado un 7,95, y el examen para la nota final cuenta bastante….-

-Yo: No, me mirará todo el mundo-dije mirando un punto perdido en la pared.-Nunca he cantado en público y…-.

-Margaret: Oihana-me llamó esta vez por mi nombre-Lo podrás hacer, ya no te lo pido cómo favor que en 

parte-admitió-Pero, también has de ser valiente.

Suspiré y miré mi reloj, con la tontería ya eran y media.

-Margaret: Señorita Harper-pidió.

-Yo: ¿Le puedo decir algo más tarde? Pasaré por la aula de música a última hora-

-Margaret: ¡Se lo pensará!-exclamó contenta y yo hice intento de no rodar los ojos.

-Yo: Si, pero…no le prometo nada-suspiré y me giré esta vez ya para salir.

Fui caminando rumbo a mi clase, hundida en mis pensamientos. ¿Cantar? ¿Delante de tanta gente? Con solo pensarlo ya me estaba mareando. Dios, de esta no salgo viva.

Además, ¿qué canción?, ¿qué pensará Harry al oírme cantar? Y si no le gusto pero no me dice nada para no romper mis sentimientos? Debía hablar ya con Anna.

***

Anduve corriendo por los pasillos y para mi suerte me encontré a Anna junto a Niall, estiré del brazo de mi prima y su novio me miró haciendo un puchero para que no me la llevara.

-Yo: Lo siento Horan, luego te la devuelvo-sonreí con una media sonrisa y arrastré a Anna hacía la aula de música, durante el camino hacia allí le explicaría todo.

-Anna: ¡SI!-exclamó feliz cuando le conté que quizás, repito quizás cantaría, pero ella entendió un sí.

-Yo: No, no, y no-repetí y paré en seco, me dí un cabezazo contra la pared.

-Anna: ¿Pero qué haces?-preguntó detrás de una carcajada.

-Yo: No quiero cantar, pero no quiero defraudar a la señora Margaret, y aparte cuenta cómo nota, pero si salgo en el escenario a cantar y lo hago mal, quedaré fatal con todo el instituto, la gente se reirá de mí, y también haré el ridículo delante de mi banda preferida, y sobre todo de mi novio-me arrastré apoyada en la pared mientras me deslizaba hasta quedar sentada. Anna hizo lo mismo para sentarse a mi lado.

-Anna: Lo harás bien-me sonrió con una de sus sonrisas que da confianza, mucha confianza.

-Yo: Tengo miedo-confesé jugueteando con mis dedos.

-Anna: Lo sé, yo también lo tendría, pero  Oihana tienes que saber que pase lo que pase estaremos 

contigo, yo, Harry, los chicos, las chicas, todos estaremos junto a ti la cages o lo hagas bien-volvió a sonreír y sonreí tímidamente.

-Yo: Pero…pf-bufé-No sé Anna…me da mucha vergüenza-me sonrojé solo imaginándome a todo el instituto mirándome, solo su atención en mí.

-Anna: A ver…¿el baile es mañana no?-preguntó y asentí con la cabeza.-Pues tenemos tiempo para ensayar-sonrió contentamente y nos levantó a las dos.

-Yo: Si, pero…¡ni si quiera tengo dos días!-exclamé nerviosamente.

-Anna: Néh, tiempo suficiente ¡Eres Oihana Harper! ¡La chica con más ovarios que he conocido nunca! Y encima eres mi prima-me arrastró cogiéndome de la muñeca y yo le indiqué que teníamos que ir a confirmar mi asistencia para cantar. Que sea lo que dios quiera.

Los chicos tenían ensayo, así que podíamos trabajar en la canción sin distracciones.

-Anna: ¿La has de escribir?-preguntó sentándose en el comedor de casa de los chicos, aunque ahora 

técnicamente vivíamos con ellos.

-Yo: Nop-me senté en su lado y Anna abrió su portátil en la mesita de delante del sofá.

-Anna: Bien-contestó-¿Alguna canción que te guste en mente?-preguntó.

-Yo: Pues, muchas, pero para cantar…no lo sé la verdad-suspiré.

-Anna: Rock, pop, punk, country…¿qué quieres cantar?-preguntó buscando youtube en el cercador.

-Yo: No lo sé-repetí, puh, ya me estaba frustrando antes de empezar.

-Anna: Veamos…-y empezó a teclear canciones en youtube.

NARRA LOUIS:

-Yo: Chicos, no sé si le gustará-suspiré mirando el regalo de Alex.

-Niall: ¡Por el rey de las pizzas!-exclamó exasperado quitándose los cascos que llevábamos dentro del 

estudio cuando cantábamos.-Louis, le va a gustar-suspiró agotado y tirándose literalmente en un puf que se hundía con peso encima. Liam se tiró encima de él y Zayn soltó una carcajada.

-Harry: Vaya panda de vagos-rió y se tiró encima también.

-Yo: Siento ser pesado…-dije y tiré también.

Zayn nos miraba negando con la cabeza mientras oíamos a Niall pidiendo piedad por él ya que lo estábamos aplastando. Nos fuimos levantando y vimos a Niall rojo.

-Niall: ¡NECESITO COMIDA!-gritó y se fue corriendo, volvió al cabo de pocos segundos con una bolsa de patatas un tanto grande mientras ya metía su zarpa dentro de esta y se llevaba el contenido a su boca-Pensaba que nunca más volvería a comer-dijo masticando mientras algunos trozos le caían al suelo. Reímos y este se puso colorado.

-Liam: Me gustaría llevar a Emy al baile-se quejó mientras se quitaba la gorra negra que llevaba puesta.

-Yo: Y yo a Alex-suspiré. Dentro de dos días sería su cumpleaños y aún tenía dudas sobre su regalo.

-Harry: Eh, Louis-dijo al ver mi cara-Le va a gustar vale?-sonrió y me dio una palmada en la espalda.

-Zayn: Le va a encantar-corrigió.

-Niall: A Anna le gusta verme comer-sonrió embobado-Odio que me miren mientras como, pero me 

encanta cuando ella lo hace-suspiró y se llevó más patatas dentro de su boca, masticaba ruidosamente solté una carcajada.

-Yo: Bueno, ¿seguimos?-pregunté y todos asintieron.

NARRA SÍLVIA:

-Yo: Aún no me creo que haya ganado-murmuré mientras caminaba junto a Brad, estábamos yendo hacía dónde tenía que recoger el premio.

-Brad: No sé por qué te extraña tanto-se encogió los hombros y me cogió de la mano. Mi cuerpo tubo una reacción eléctrica por dentro hasta llegar a mi columna vertebral, que la corrió toda, dí un pequeño saltito. No era normal lo que me hacía este chico.

-Yo: Me extraña-asentí y ví que ya habíamos llegado. Alá, pijolandia. Era un rascacielos enorme, y muy alto, muy muy alto. Entramos y la entrada estaba compuesta por paredes llenas de dibujos de todas las maneras, desde graffities callejeros, hasta auténticas obras de arte.

Vi que algunos eran autores de este año, y que habían participado en el mismo concurso que yo. Mi diosa interior estaba confusa, pero a la vez feliz mientras estaba caminando con las manos en cada lado de su cadera, dentro de una pasarela. ¡JÁ! Había ganado a esos maníacos del dibujo.

Brad se adelantó para ir a recepción, allí una mujer de unos treinta y tantos años apartó la vista de su gran y nuevo ordenador (o al menos lo parecía) para posar la vista en Brad. Sonrió avergonzadamente pero no ocultaba su mirada seria.

Compartió unas palabras con Brad mientras yo estaba a pocos metros de ellos jugueteando con mis pies sin saber muy bien que hacer.

Brad me asustó posando un brazo sobre mi hombro y me indicó que habíamos de subir a la planta superior, bueno, una de las 200 0 300 que hay.

Entramos y un señor con un traje elegante muy elegante para mi gusto y bastante mayor nos saludó y nos hizo sentarnos en unos sillones.

-Señor: Soy Kronk, el señor kronk-estrechamos nuestras manos.-Primero de todo, felicidades señorita, y verá, cómo ya sabe usted está aquí para recoger su premio, el cuál consiste en tener un puesto aquí, trabajando para ser ilustradora de libros, eso sí, de todo tipo, no será de determinados géneros, desde infantiles, hasta detallados de algún libro de guerra o algo por el estilo.

Abrí los ojos de par en par.

¿Yo? ¿Trabajando aquí?

NARRA OIHANA:

-Anna: ¡LA TENEMOS!-exclamó cuando acabé de cantar la canción que habíamos escogido entre las dos.

-Yo: ¡SI!-grité felizmente y chocamos nuestras palmas de las manos.

Oímos cómo habrían la puerta, seguramente serían los chicos.

***

 Acabamos de cenar, y cada uno se fue a su respectiva habitación.

Harry subió a nuestra habitación muy deprisa cuando acabó de cenar, lo cuál también había hecho muy deprisa. No entendía sus prisas.

Me quedé sola en el salón, apagué las luces y puse la alarma, El último que se quedaba lo tenía que hacer.

Pensé en mañana, al menos no tendríamos instituto, la fiesta empezaría a las 8 de la noche, así que podría ensayar un poco, la letra ya me la sabía por qué era una canción que desde el primer momento en que la escuché me encantó.

Subí las escaleras de dos en dos, tenía sueño.

Abrí con cuidado para no despertar a Harry. Cerré la puerta detrás de mí, y antes de poder dar una pisada más alguien me tapó los ojos y encendió la luz ya que oí el clik del interruptor.

-Yo: Harry…-susurré y no pude evitar sonreír, me encantaba cuando me hacía ese tipo de sorpresas.

Murmuró algo y no lo entendí, volvió a cerrar la luz y me destapó los ojos pero antes de eso me ató las manos.

-Yo: ¿Qué haces?-pregunté juguetona. Y el me ató una venda para tapar mi boca sin poder decir nada.

Volvió a abrir la luz y pude ver que quien me había atado y amordazado no era Harry.

Autentico miedo recorrió todo mi cuerpo.

Al reconocer a ese chico, a ese horrible chico, a ese hijo de puta…

Tom.

Me intenté levantar a toda prisa y me giré en busca de algo o de alguien, había cerrado la puerta estaba delante, y de un empujón que él me dio aterricé en la cama dando un pequeño bote del rebote. Mierda de esta no salgo.

NARRA ZAYN:

Mientras estaba acariciando la espalda de Carolina, me llegó un mensaje en mi móvil.

Carol gruñó cuando aparté la mano con la que estaba dibujando pequeños y grandes círculos por toda su espalda reí y con mi otra mano cogí el teléfono.

-Carol: ¿Quién es?-preguntó medio adormilada.

Perrie. Qué oportuna, bufé y abrí el mensaje. Juraria haberla borrado de mis contactos.

De: Perrie Para: Zayn.

Hola Zayn(: Siento molestarte, pero me tienes que hacer un favor porfavor… :/

Contesté de mala gana, me sabía mal, por no decir muy mal haber acabado con ella así, pero fue ella quien me engañó.

De: Zayn  Para: Perrie.

Te agrego al whats y me cuentas.

La agregé al WhatsApp nuevamente  y le abrí chat.

-Yo: Qué pasa?-escribí y le envié.

-Perrie: Me tienes que hacer un favor, no tengo le puedo pedir a nadie más…-

-Yo: ¿Cúal?-pregunté.

-Perrie: Tienes que hacerte pasar por mi novio :S-alcé una ceja mientras Carolina me miraba confusa.

-Yo: No puedo Perrie, y lo sabes, tengo novia y aunque le consulte o algo no quiero hacerlo, ¿por qué no 

le pides con el que me pusiste los cuernos?-suspiré y le di a enviar.

-Perrie: Zayn no empieces con los cuernos ¬¬’’-.

-Yo: No, no empiezo nada-escribí mientras me iba enfadando.

-Perrie: Mira, solo era un favor pero gracias por ser tan amable! ¡NOTESÉ LA IRONIA! …-.

-Yo: No es questión de ser amable o no-.

-Perrie: Es un favor, solo será en una cena con mi familia, la cuál conoces y ya habíamos cenado antes 

junto a ellos, para no ‘’defraudar’’ a mis padres, pero gracias Zayn ya veo que no podemos ser ni amigos… ._.’’-.

-Yo: Lo siento Perrie, pero no quiero hacerlo, entiende que me duele que lo nuestro haya acabado así-escribí.

-Perrie: Y a mí…-confesó.-Lo siento Zayn, por lo que pasó-.

-Yo: Ya no importa –miré a Carolina, ahora se había tumbado sobre mi pecho mientras acariciaba este.

-Perrie: ¿Eres feliz?-preguntó.

-Yo: Sí-dije la verdad.

-Perrie: Vale…-creo que no estaba muy confiada-Siento haberte molestado, ya hablaremos Zayn.

Me despedí de ella y Carol ya se había dormido. ¡Pues claro que soy feliz junto a Carol! ¡Porfavor si hasta 

vivimos juntos!

Quizás era una táctica para que desconfiara de nuestra relación, pero no, esa táctica no serviría para Zayn 

Malik. Dejé el móvil sobre la mesita de noche cómo estaba antes, besé la cabeza de Carolina y me puse a 

dormir.