T.2. Capítulo 8. Abrélo

NARRA SÍLVIA:

Definitivamente soy idiota. Sip, soy alguna especie en peligro de extinción creo que nadie es como yo. ¿Quién mierdas sale corriendo después de que le ofrecieran un puesto de trabajo en una de las más importantes empresas de ilustraciones (por decirlo de algún modo ya que aún no sabía bien bien que mierdas era aquello)? Sí, correcto YO.

Jadeando me apoyé con ayuda de mi mano en la pared de ladrillos delante del Hyde Park. Jesús, llevaba más de una hora corriendo sin sentido. ¿Pero qué lechugas…?

Sí, y mi supuesto novio o amante, o amigo, o pepinillos me había seguido. Paró de correr a mi lado también jadeando.

-Brad: ¿Pero por qué corres?-preguntó confuso ya había recuperado la compostura y su respiración era normal. Ah claro el señor hace boxeo, mantiene la forma el muy cabrito.

*Nota mental*

Hacer más ejercicio de vez en cuando, bueno, definitivamente hacer ejercicio simplemente.

Bien, después de esta pequeña nota mental (que espero que no se me olvide) recuperé el sentido común o lo que me quedaba de él después de hacer lo que había hecho.

-Brad: ¿Por qué?-repitió.

-Yo: ¿Enserio crees que lo sé?-pregunté alzando una ceja. Dios, odiaba mis ataques de bipolaridad.

Genial, ahora empezaba a llorar, a las 7 de la tarde en plena ciudad de Londres.

Brad me abrazó contra su torso y sollocé en sus brazos. Odiaba sentirme tan débil e inútil a veces.

-Brad: Ya está amor ya está-susurró cómo si de una niña pequeña se tratara.

-Yo: ¿Podré volver?-pregunté esperanzada, no creo que la gente de allí de ande de rodeos.

-Brad: Sí, sino créeme que volverás-aseguró. No sería la primera vez que Brad se peleaba a puñetazos con alguien solo por defenderme. Rodé los ojos.

-Yo: No es necesario-murmuré jugando con la manga de mi sudadera.

-Brad: Siempre lo es-susurró.

-Yo: Maldito testarudo-murmuré solo para mí misma y el me abrazó más fuerte.

NARRA OIHANA:

Estaba realmente cagada de miedo. ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? ¡¿Y DÓNDE ESTÁ STYLES 

CUANDO MÁS LO NECESITO?!.

¿Cómo mierdas había podido entrar ese pedazo de trozo de cacarruta de paloma? Estábamos todos en casa…menos Zayn Carolina Louis y Alex. No lo entiendo.

Palidecí al instante, Harry había subido a la habitación hace rato. ¡MIERDA! ¡¡¡LO HA MATADO!!! Vale, Oihana, no pierdas los nervios, ¡NO PIERDAS LOS MALDITOS NERVIOS! Miré a mi ex novio, aterrorizada mientras me sonreía, tenía cara de estar loco, no digo ni de amor, sino de locura. Hacía apenas un año casi que no lo veía, y ahora muy mal, peor de la última vez de lo vi cuando se peleó con Harry. Oh dios, ¿y si se ha quedado con las ganas y ha venido a rematar la faena para matarlo? Recuerdo sus palabras, ‘’Eres mía’’. 

Temblé no quería ni oír la voz de ese bastardo.

Sonrío con una sonrisa torcida, me estremecí al ver cómo se acercaba a mí. Me quitó la venda de la boca.

-Yo: Dón…dón…dónde está Harry?-pregunté con un hilo de voz, ya que el miedo no me permetia hablar normal.

-Tom: Deja al maldito ricitos de mierda-gruñó entre dientes y se colocó encíma de mí. No. No. No. Otra vez no. Empezó a acariciar mi mejilla y no podía hacer nada, quería gritar, quería pedir ayuda a los demás que descansaban y dormían casí al lado de esta habitación, pero no podía. Seguía con las caricias hasta acariciar mi cuello y allí me dejó una marca, me daba repugnancia tener sus labios en mi piel. Me intentó quitar mi camiseta y lo consiguió, no podía hacer nada, me sentía impotente, simplemente no podía. Lo único que soltaba eran lágrimas y él iba acariciando mi cuerpo mientras inhalaba sobre mi piel. Repetía; Eres mía.

-Tom: Te ha dejado sola, no está contigo, nunca lo estará cuando lo necesites-susurró en mi oreja.

-Yo: ¡Hijo de perra!-grité y de un saltó con todo mi cuerpo me incliné y le di en sus partes.-¡AYUDA HARRY! -Exclamé inútilmente ya que me tapó la boca con sus manos. Le mordí y gruñó cuando quise 

escapar me golpeó fuertemente en mi mejilla.

Caí en la cama rendida. Había perdido, sí, podía luchar más pero no tenía fuerzas. Él había ganado.

Se colocó encima de mí otra vez y me volvió a golpear. Gemí del dolor.

-Tom: Tú sí que eres una perra-dijo furioso y desabrochó el botón de mis pantalones. No había vuelta atrás.

Me da igual,  sino es Harry, que venga cualquiera, como si fuera un oso polar que viene de vacaciones a Londres. Genial, apunto de ser violada y pensando en osos polares. Harry, ven a mí por el amor de dios.

Siguió con el proceso de quitarme los pantalones. Suspiré derrotada, volvería a vivir una de las muchas veces que lo había hecho, casi nadie por no decir nadie sabía las pesadillas que sufria casi cada día. Hasta que conocí a Harry, tuve miedo por si me hacía lo mismo. Tom se quitó la camiseta y pude observar tatuajes nuevos que no conocía, temblé del miedo nuevamente. PEQUEÑA SIEMPRE MIA.Psicópata 

loco. Eso es lo que era.

Me quitó el sujetador, y empezó a tocar todo mi cuerpo descaradamente. Quería morir. Aparte, me estaba muriendo de frío y no sé de qué exactamente aparte del hecho de estar desnuda. Me golpeaba fuerte en diferentes partes pero más por la cara con cada embestida que hacía para entrar dentro de mí.

Cerré los ojos y recé para que me golpeara tan fuerte como para  poderme desmayarme y estar inconsciente mientras todo sucedía. No quería volver a sentir, por no decir nunca más la sensación de ser violada. Nunca.

Todo pasó muy rápido. Alguien abrió la puerta de un portazo, pedazo de fuerza. Ya que Tom había roto desde dentro el pomo. La puerta cayó plana al suelo y alguien entró en la habitación. Gracias Dios, o lo que sea que haya arriba. Suspiré mientras mantenía mi labio inferior apretándolo. Tom me golpeó muy fuerte otra vez en la mejilla.

La persona que entró se tiró encima de Tom quitando que este estaba desnudo. Le dio un fuerte puñetazo y empezó a golpearlo con todas sus fuerzas. No podía ni incorporarme para ver de quién se trataba. Lágrimas resbalaban por mis ojos, defensa sin ni si quiera una sábana para tapar mi cuerpo desnudo y golpeado. Sabía que tenía la cara hecha una mierda, 

yo misma notaba como la sangre resbalaba por mis mejillas y por mi cuerpo ya que no solo 

me había golpeado la cara, sabía que también me había dejado moratones.

Suspiré derrotada. Y sin quererlo, me dormí.

***

-x: ¡OIHANA! ¡NENA DESPIERTA!-dijo alguien agitándome descontroladamente.

-x: PORFAVOR-sollozó con la voz rota. Ese era Harry.

Abrí un ojo, casi no tenía ni fuerzas para abrir un mísero ojo, ¿qué me había pasado? Estába en el sofá de casa de los chicos. Y todos estaban a mi alrededor.

-Yo: ¡NO ME TOQUES! ¡NO ME TOQUES CABRÓN!-grité dándo patadas al aire y agitando mis brazos, alguien se llevó alguna que otra bofetada y patada. Harry gruñó del dolor.

-Harry: Soy yo, amor soy yo-murmuró abrazándome con voz dulce, con fuerza me quejé y me soltó pero no sin dejarme de abrazar. Me dolía todo el cuerpo, por suerte alguien me había vestido.

Harry les dijo algo a los demás que no pude oír, pero se fueron Anna protestó pero acabó cediendo.

Me incorporé lentamente y ahora sí que abrí los dos ojos. Tenía un cojín sujetando mi cabeza y estaba estirada en el sofá.

Extendí mis brazos para que Harry me abrazaba, y este lo hizo, no sín antes observarlo.

Mi boca quedó seca, no si era por la falta de agua ya que tenía mucha sed o la horrible cara de Harry.

-Yo: No…-murmuré acariciando su rostro y rompí a llorar-.

-Harry: Eh nena, está bien…-susurró abrazándome.

-Yo: ¡Te ha roto media cara!-sollocé gritando. No era nada comparado como la última vez que se pelearon.-¿No está en casa verdad?-pregunté aterrorizada. Negó con la cabeza.

-Harry: Lo he matado-murmuró.

-Yo: ¿Qué…qué has hecho qué?-pregunté tartamudeando y abriendo los ojos más de lo normal.

-Harry: Lo que has oído-volvió a murmurar.

-Yo: Dios Harry…-susurré cogiéndole de las manos.

-Harry: Neh, en realidad no-sonrió mientras se formaban sus hoyuelos. Respiré profundamente antes de reaccionar.

-Yo: ¡Maldito ximpancé!-exclamé-No te pego por qué no tengo fuerzas-murmuré y a cambio de eso lo abracé.

-Harry: Pero se lo merecía-protestó furioso y asentí con la cabeza.

-Yo: Lo sé-susurré.-Harry, ¿dónde estábas?-pregunté llorando nuevamente.

-Harry: ¿Enserio quieres que te lo diga?-preguntó.

-Yo: Sí-el chico suspiró y se separó de nuestro abrazo para mirmarme por los ojos.

-Harry: Verás, quería prepararte algo guay, para pedirte que fueras al baile de hoy conmigo-explicó, mierda me había olvidado del baile y de la canción que tengo que cantar-Y acabé de cenar rápido-eso ya lo sabía-Entonces subí a preparar tu sorpresa y mientras estaba colocando alguna que otra velita Tom me empujo y caí…por la ventana-susurró.

-Yo: ¡POR JESÚS!-exclamé y empecé a tocatearlo-¿Estás bien? ¿Te has hecho daño?-No me había dado ni cuenta de que la ventana estaba rota, aunque por eso entendía el frío que hacía y tenia antes.

-Harry: Aterricé en el cocodrilo inflable de Niall-sonrió-Aunque lo peté je, eso me recuerda que no será una buenca noticia para él…-puso la mano en su nuca y me miró cambió su cara divertida por una seria-Siento no haber venido antes Oihana-dijo con los ojos cristalinos-Pero me desmallé del golpe e cocodrilo amortiguó la caída pero me hice daño igualmente…-.

-Yo: Lo importante es que ya estás aquí-susurré acariciando sus rizos.

-Harry: Y que tú estés bien-susurró también cerrándo los ojos plácidamente, me acurruqué en su pecho y suspiré profundamente.

NARRA NIALL:

-Yo: Uf, ¿por ponerse un maldito vestido y arreglarse un poco tardan tanto?-suspiré mirando a Zayn y Harry.

Se encogieron los hombros. Llevaban tres cuartos de hora en el piso de arriba de casa de Zayn y Carolina y Anna, Oihana y Carol aún no habían bajado.

-Anna: Ehh esto ya va-dijo mi novia alzando la voz desde el piso de arriba.

-Carol: Té tenías que comer esos pastelitos con Niall-suspiró y oí cómo Anna se quejaba Oihana soltó una carcajada.

Me enrojecí, lo más probable es que tuviera algo de tripita más.

A los pocos minutos bajaron. Sonreí al ver a Anna, y sabía que tenía cara de bobo, pero no me importaba en absoluto. Llevaba un hermoso vestido rosa pálido con tacones (no muy altos cómo me gustaban para ella) y poco maquillaje, se lisó el pelo. Estaba preciosa.

-Oihana: ¿Vamos?-preguntó rompiendo el silencio, por suerte los golpes que había sufrido esta mañana apenas eran visibles, y se los podía cubrir con maquillaje. Todos asentimos para dirigirnos rumbo al instituto.

***

NARRA ANNA:

Llegamos a la entrada del instituto, y habían decorado todo muy bien, por fuera y por dentro, en la puerta principal, en el marco habían colocado globos pegados con alguna que otra flor rosa y negra allí cada pareja se hacía una foto.

-Louis: Venga Liam, amor mío ¡sonríe!-dijo Lou posando para la cámara, ellos dos venían juntos ya que sus respectivas parejas no podían asistir debido que no iban a ese instituto.

Harry gruñó mirando mal a sus dos amigos, ‘’celoso’’ por qué Louis estaba con otro. Soltamos una carcajada y rápidamente cuando se oyó el flash de la cámara Louis fue a los brazos de Harry.

-Louis: Sabes que te quiero Harold pero eres un celoso-Harry por unos momentos lo miró alzando una ceja pero rio también, le dio una palmada en la espalda y Louis y Liam entraron dentro del instituto.

Niall me cogió de la mano feliz y me empujó hacia dónde teníamos que posar.

Enrojecí y él también.

-Carol: ¡Pero qué adorables!-gritó mi mejor amiga abrazada a su novio mientras los otros nos decían otras cosas similares. Niall besó mi mejilla mientras posó sus brazos abrazándome por la altura de la cadera de lado y yo sonreí felizmente a la cámara (aunque con las mejillas un tanto rojas) odiaba a veces mi timidez.

Así fuimos pasando las parejas hasta estar todos dentro del instituto. Allí mucha gente estaba con sus parejas y amigos.

***

NARRA OIHANA:

-Oihana: No puedo Anna-dije a mi prima mirándola con ojos de ‘’Ayudame a escapar de aquí’’.

-Yo: Claro que puedes, solo canta-sonrió-Estaremos en primera fila para apoyarte.-y sin más desapareció dejándome sola escondida en una de los lados para salir al escenario. Todos los grupos ya habían cantado, y yo era la última. La profesora de música me miraba con una gran sonrisa pero también desesperada. Hacía gestos con las manos para que entrara en el escenario (cabe decir que toda la fiesta estaba montada en el gran gimnasio del instituto, y en este había un gran escenario) de inmediato. Suspiré ye incliné la cabeza para mirar a todos los expectantes hacía el escenario. Jodida mierda.

Hace apenas horas por no decir esta misma mañana que sonaría más correcto,  había sido apunto de estar violada, y teóricamente tendría que estár llorando y muerta de miedo. Pero no, no pienso hacerlo cómo las últimas veces que sucedió lo mismo. No pienso llorar más por ese trozo de la gran mierda, ahora está arrastrado y tengo entendido que irá a un manicomnio.

Desearía que alguien estuviera en el escenario para entretener a la massa de alumnos que había esperando a que sonara alguna canción. Los chicos habían cantado Midnight Memories, una canción del disco que estrenaron el año pasado en noviembre, gran éxito. Yo por ser directioner me pasé horas y horas escuchándolo repetitivamente, lo adoraba y lo sigo adorando. En fin, esto se me va de las ramas.

Con el micrófono en la mano volví a suspirar.

Me asomé una vez más y ví a Harry aún con el moratón en la cara. Maldito hijo de perra que era Tom. Pero estaba feliz, y por qué no decirlo, jodidamente sexy con una camisa de botones negra abierta hasta mitad de su torso, pantalones negros ajustados y botines.  Vamos, de toma pan y moja. Sacudí mi cabeza. Oihana, sal a cantar! –No puedo! Él me mirará! ¡TODOS ME MIRARÁN! +¡Mierda!¡Pareces una maldita chica de 14 años! –No te escucho LALALALALA +Sabes que resulta patético hablar contigo misma?  -Tsé, muchas veces lo he hecho y sigo viva +¡SAL A CANTAR HARPER!   -Ya voy buldog, creo que podría salir haciendo la croqueta diciendo ‘’No me pillaréis nunca’’…. Sip, sería buena idea.  +¡QUÉ SALGAS!

La gente reclamaba que sonara la música. ¡Eh! ¿5 minutos más…?

Mierda. ¡Soy Oihana Harper! Puedo hacerlo Miré al corazón de plástico que tenía en la otra mano libre. Estába encendido. Lo dejé dentro de mi bolso no sin antes darle un pequeño beso.

Caminé lentamente hasta el medio del escenario. La gente empezó a aplaudir. Y yo me sonrojé, dios, no tiembles, no tiembles ¡NO TIEMBLES!

El piano empezó a tocar. La gente se calló, para escucharme a mí. Y coloqué el micrófono en 

su sitio.

Heart beats fast 
Colors and promises How to be brave

(Anna me mirava sonriente, alzando el pulgar murmurando ¡BIEN!)

How can I love when I'm afraid to fall 
But watching you stand alone

(Miré a Harry que me mirába aténtamente y sonriendo, y plus, mis piernas eran como dos jodidas gelatinas, recordé la frase de Anna, ‘’Solo canta’’ así que fue lo que hize)

All of my doubt 
Suddenly goes away somehow 

One step closer 
I have died everyday waiting for you 
Darling don't be afraid, I have loved you 

For a thousand years 
I'll love you for a thousand more 
Time stands still 
Beauty in all she is 

I will be brave 
I will not let anything Take away 
But standing in front of me 
Every breath, every hour has come to this 

One step closer 
I have died everyday waiting for you 
Darling don't be afraid, I have loved you 

For a thousand years 
I'll love you for a thousand more 
All along I believed I would find you 

Time has brought your heart to me 
I have loved you a thousand years 
I'll love you for a thousand more 

One step closer 
One step closer 

I have died everyday waiting for you 
Darling don't be afraid, I have loved you 
For a thousand years 

I'll love you for a thousand more 
All along I believed I would find you 
Time has brought your heart to me 
I have loved you for a thousand years 
I'll love you for a thousand more

La música acabó y la gente que estaba bailando junto a sus parejas explotó a aplausos mientras me alagaban con comentarios. Suspiré, lo había logrado. Heché una vista a Harry que me miraba serio frotándose la barbilla, lo miré confusa y soltó una carcajada y empezó a aplaudir cómo hacían los demás. Sabía que le había gustado. Y espero que no sea demasiado tonto para darse cuenta que iba para él la canción.

Minutos más tarde estaba siendo abrazada por mis amigos e amigas. Dejaron a Harry por el último.

Vino hacía mí y agaché la cabeza sonrojada. Él alzó mi barbilla y sonrió mientras podía observar sus adorables hoyuelos.

-Harry: I love you for a thousand years-susurró cerca de mi oreja y mi piel se erizó-Nunca me habías dicho lo bien que cantas-volvió a susurrar y yo tosí nerviosamente.

-Yo: No había surgido el tema-juguetee con las cadenas y collares que colgaban de su cuello y sonreí al agachar la cabeza, tuve vista de su torso, de la forma que tenía abierta la camisa podía ver el tatuaje que se había hecho hace tiempo como regalo para mí, me estremecí al recordar los tatuajes que se había hecho Tom. Abracé a Harry fuertemente y una lágrima resbaló por mi mejilla.

-Harry: Nunca volverá a poner las manos sobre ti-murmuró él leyendo mis pensamientos, tenía miedo de Tom, mucho miedo.

-Yo: Lo sé-suspiré mientras acurrucaba mi cabeza contra él.

NARRA LOUIS:

-Alex: A penas he disfrutado de la fiesta-soltó una carcajada-Y ya me estás secuestrando-.

-Yo: No te quejes-reí y suspiró resignada-Te encantará-sonreí contentamente, por fín tenía el regalo de Alex.

Llegamos en el puesto de batidos dónde la conocí. Hoy ella cumplía 23 años.

Le quité la venda mientras llegamos a nuestro destino. El banco dónde me tropecé y manché su ropa con los batidos para los chicos ,y para mí,  ya que ellos me habían abandonado. Hacía ya un año y algunos meses que la conocía. Ya que nunca rebelé que la concia hasta después de unos meses, quería que todo saliera bien.

Se sentó sonriendo hacía mí.

-Alex: Adoro este sitio-suspiró mirando al cielo-Gracias a lo patoso que eres te conocí-soltó una carcajada.

-Yo: ¡No soy patoso!-me miró alzando una ceja-Bueno, quizás un pelín-reímos y la abracé.

-Yo: Te invito a batidos-me levanté para ir al puesto.

Volví con los dos batidos, mientras ya tenía preparada la sorpresa. Le ofrecí el suyo y sonreí maliciosamente. Los bebimos mientras le contaba chistes y hablábamos. Mi familia por petición de Alex había asistido a la fiesta de esta y para mi gran suerte se llevaba bien con mis padres y mis hermanas.

-Yo: Toc toc-di golpes un poco suaves en su batido y me miró confusa.

-Alex: ¿Quién es?-preguntó, ya habíamos acabado los batidos.

-Yo: Abre y lo verás-dije mirando el batido, ya vacio, pero no del todo.

Me miró confusa pero lo abrió. Y de dentro sacó una pequeña bolsita de plástico con un anillo dentro.

-Alex: No me lo puedo creer-susurró mirando el anillo.

-Yo: Aquí, siendo observados por los pájaros, el dependiente  del puesto de batidos que nos está mirando alzando una ceja, y bichos variados de este especie de campo. Te pido, ¿quieres casarte conmigo Alex?-mientras decía eso me puse de rodillas delante de ella-y esperé la respuesta.

-Alex: Tommo…-dijo con lágrimas en los ojos.

-Yo: Solo dime que sí para ser feliz-murmuré mirándola y asintió con la cabeza. Sonreí felizmente, me levanté y la cogí por los aires mientras le daba vueltas.

Después de caer rendidos riendo como completos idiotas enamorados, la abrazé en el suelo blando de césped.

-Yo: Aún no me has dicho sí-protesté haciendo un puchero.

-Alex: ¡Por el amor de dios claro que quiero!-exclamó y se tiró encima de mí.

***

Llegamos a la puerta de su piso. Cogidos de la mano y aún sin quitarnos la sonrisa de encima.

-Alex: Es el mejor cumpleaños de mi vida-murmuró sobre mis labios y abrió la puerta para 

que pudiéramos entrar.

-Yo: También lo és el mio-sonreí y la besé ella se giró para escapar pero la atrapé abrazándola por la cintura-Serás oficialmente la señora Tomlinson-mordí el óvulo de su 

oreja.

-Alex: Lo sé-dijo feliz y se giró para besarme en los labios. Sonreí en mitad del beso.

-Yo: Aún no es todo el regalo-susurré y del bolsillo trasero saqué dos billetes de avión.

-Alex: No, Louis, es demasiado-susurró sabiendo lo que le iba a decir. –Ya no sé cuándo te 

habrá costado el anillo-dijo mientras acariciaba la joya puesta en su dedo de la mano derecha.

-Yo: No importa el dinero-sonreí y cogí la mano para que mirara dónde iríamos de viaje.

NARRA SÍLVIA:

Corrí para coger el autobús para ir a mi trabajo. Sí, me habían aceptado a pesar de salir corriendo. Ya llevaba 2 días allí y me gustaba mucho lo que hacía para mi suerte.

Después de salir de la empresa, me sentía feliz, hacía mucho tiempo que no me sentía así. 

Brad ayer me pidió ser su novia, y acepté encantada, quería por fin disfrutar de mi vida, sin que me importara lo que pensaran los demás. Ya lo había hecho antes, pero ahora lo decía enserio. Decidí ir a la peluquería a hacerme algo nuevo en el pelo.

Al salir de allí me dirigí a casa. Y al entrar casi me quemo un pie. Solo a mí se me ocurre pisar una vela. ¿Pero qué mierda…?

Miré el pasillo largo,  velas y más velas hacían un camino hacía el salón. La ostia. Mierda. Me sentía flotando en las nubes. Adoraba que la gente fuera romántica conmigo, aunque no lo pareciera, era muy romántica, y Brad lo recordó al preparar todo esto, ya que una vez o más de una vez le dije.

Caminé sonriendo mirando las velas. Quizás fui un poco deprisa ansiosa al ver que me esperaba al otro lado del comedor. Y cómo me imaginé. Brad apoyado en la pared mirando la mesa. 

Corrí a abrazarlo y me abalancé de un salto a él, enrollé mis piernas a su cintura y lo besé. Los dos sabíamos que ese beso significaba solo una cosa, sí, quería a Brad, y nunca lo dejaría escapar por muchas barbies putas aparecieran por este piso o por cualquier sitio.